-07.

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Harry vio como, sin decir nada, Louis se levantaba e iba a buscar un cigarrillo, encendiendolo y poniéndolo entre sus labios, para después sentarse en la cama y apoyarse en el respaldar.

— Vas a montarme - demandó mientras fumaba, haciendo gimotear al niño tan excitado. - Vas a cabalgar mi polla hasta el cansancio, hasta que me corra en tu interior y llores de placer. Y no vas a parar hasta que yo te diga, mientras me fumo todos los cigarrillos que yo quiera.

Casi con violencia, Harry se levantó y se subió sobre el mayor, con una pierna a cada lado y de frente, alineando su agujero en la polla dura de Louis, sentándose sobre él de una caída.

Ambos soltaron un fuerte gemido, y Louis tuvo la consideración de darle tiempo de acostumbrarse al tamaño y al nuevo ángulo sin dejar de fumar.

Largó el humo por la boca, dándole de lleno en la cara al menor, quien movió sus caderas en ochos para luego empezar a subir y bajar en él, gimiendo con los labios abiertos y los ojitos cerrados.

Louis casi se ahoga con el humo de lo caliente que era la escena.

Harry saltaba y saltaba, luego de unos momentos se apoyó en los hombros de Louis con ambas manos pero jamás paró su ritmo.

Louis estaba encantado, se sentía tan bien el interior de Harry, y el tabaco lo calmaba al punto de irse volando. El éxtasis era increíble.

— Lou, Lou - pidió en un llanto, y Louis largó el humo para bajar su mirada a la polla de Harry.

Estaba hinchado, goteando presemen y duro, con ganas de correrse, tan necesitado.

— ¿Te vas a venir, hmm? - se burló y le llenó el rostro de humo una vez más, haciendolo gemir y toser un poco.

Le caía un poco de saliva de la boca, tenía la cara enrrojecida y los rizos se le pegaban a la frente por el sudor. Sus pezones seguían hinchados, pero igual con la mano libre Louis los rozó, haciéndolo gemir con fuerza por la sensibilidad.

— Lou, por favor - pidió sin detener sus saltos ni bajar el ritmo.

— Vas a venir sin tocarte, solo con mi polla enterrada en tu interior. Complaciendome como debes, mi caprichosito.

Louis estrelló su mano en una de sus nalgas otra vez, por el simple placer de oír cuanto le gustaba al ojiverde.

Harry gimió casi ahogado y, como si esa acción fuera un interruptor, comenzó a ir aún más rápido, obligando al mayor a volcar los ojos y tirar la cabeza hacía atrás.

Terminó el cigarrillo y encendió otro, llenando la habitación del hotel de humo que se acompañaba del sonido obseno de sus pieles chocando y los gemidos suplicantes de Harry que estaba al borde del orgasmo.

— ¡Lou, Lou, sí! - gritó y, sin avisarle, se corrió con fuerza en su abdomen, manchando hasta el cuello de Louis y soltando un jadeo fuerte.

Para sorpresa del mayor, el niño no se detuvo y continuó con los saltos.

— Tan bueno - gruñó y siguió fumando, deleitándose con la imagen del menor sobre él, moviéndose con destreza y convicción - tan considerado, queriendo que me corra. Obediente, tan lindo.

Las palabras lo tenían en un espacio mental que lo hacían casi flotar, mordiéndose los labios con fuerza por lo sensible que se sentía a la vez que su propia polla volvía a endurecerse.

Louis sintió que su orgasmo se construía en su vientre, así que gruñó y apagó el cigarrillo casi consumido en su totalidad para dedicarse a alcanzar el máximo placer propio y del niño.

The Room Full Of Smoke [larry minific]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora