¿Algunas vez has escuchado estas frases?...
"Los ojos son las ventanas del alma" o "una mirada dice más que mil palabras" ¿O incluso ambas?.
Pues un jóven oso de pelaje claro y unos bellos ojos azules aún que no se de cuenta su mirada estará habland...
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El joven de ojos azules caminaba mientras buscaba algún policía por los alrededores para pedirle ayuda mientras que el pequeño Gregory caminaba rápido tratando de caminar a lado del oso debido a la gran diferencia de estatura, pero había un pequeño problema que el niño no se había precatado el cual era que Freddy es nuevo en el pueblo.
Eso estaba complicando la situación pero el estaba muy decidido en ayudar al pequeño a encontrar a sus padres de alguna manera u otra.
El menor comenzaba a cansarse debido que manos llevaban un rato caminando volviéndose más difícil seguirle el paso al oso que optó por correr un poco y así tomar la mano del mayor, Freddy rápidamente volteó la cabeza al suelo para ver al niño sorprendido al fin dándose cuenta del cansancio del pequeño por caminar rápido por culpa de sus nervios.
— Si estás cansado solo házmelo saber y nos detenemos un momento — dijo deteniendo su andar tomando bien su mano.
— Gra... Gracias Señor Freddy — dijo cansado apoyando su mano libre subiré su rodilla recuperando aire.
— ¿Te gustaría que me lleve tu mochila? — pregunto al pequeño el cual alzó la vista para verlo a la cara un poco inseguro — Para que no te canses más con tu mochila y evitar que te duela la espalda por culpa de ella — dijo sonriendole al pequeño.
Por dentro, el joven estaba preocupado que en esos momentos estuviera con dolores en los hombros o en la espalda desde hace un rato y el pequeño no le dije nada calles atrás por pena.
Gregory asintió con la cabeza ya más tranquilo para después quitarse la mochila y entregársela al más alto, este la acepto gustoso colocándose la en el hombro derecho esperando a que el pequeño recupere el aliento. En cuanto vio que el niño le confirmo que podían seguir el retomó su andar pero a pasó lento aunque Gregory volvió a tomar la mano del joven el cuál sonrió por la ternura que le generó aquella acción volviendo aceptar su manita.
— Y dime Gregory, ¿Cuátos años tienes? — dijo mirando al niño tratando de romper el silencio y darle más confianza para saber más de él que pueda ayudar.
— Tengo 8 años ¿Y usted señor Freddy? — al la visita en espera de una respuesta del oso.
— Yo tengo 23 pequeña estrella — dijo regalando le una sonrisa — Cuéntame ¿Tienes hermanos?
— ¡Si! tengo una hermana es más grande que yo y es la mejor — dijo con alegría y orgullo. El siempre admiró a su hermano le encanta hablar de ella presumiendo que su hermana es una heroína para el — Ella es muy divertido, me encanta estar con ella — dijo alegré.
Su sonrisa se borró al pensar lo preocupado que debería estar por el cuando no lo vio en la hora de la salida, soltó un suspiro sintiéndose mal por generarle problemas a su hermana.
