¿Qué? ¿yo...? no, no sé nada.

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"El precio de tu codicia es tu hijo e hija,

¿Qué vas a hacer cuando haya sangre en el agua?"

¿Qué vas a hacer cuando haya sangre en el agua?"

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— ¡Mírate! ¡ni siquiera tienes el aire de un heredero!

Los gritos de la mujer resonaron en el lugar, a pesar de que el paisaje y las personas no se podían ver con claridad, él podía  escuchar claramente sus gritos. Desconcertado por no saber lo que sucedía exactamente, miró al chico que se encontraba a su lado en busca de ayuda, pero incluso con la visión borrosa, pudo notar el como trataba de evitarlos.

— Yo...

— ¡¿Tú, qué?! ¡¿Qué hice para tener un hijo como tú?!

Temblado, solo pudo bajar la cabeza aceptando en silencio las críticas que aquella furiosa mujer le arrojaba a gritos.

***

— Tranquilo, nadie te hará daño ahora.

Zhou Zishu colocó un trapo en la frente de su nuevo pequeño y acarició sus cabellos susurrando unas que otras palabras para tranquilizar las pesadillas que parecían afectar su hora de dormir.

Habían pasado una semana desde que el chico había sido presentado oficialmente como su hijo, adoptando ambos apellidos pero haciendo uso del apellido Zhou mientras estuviera en Villa Siji.

WenZhou Shao.

Ese era el nombre que el menor había elegido y nadie fue capaz de negárselo, al igual que nadie pudo negar las insistencia de su esposo para que el menor los reconociera como sus padres y no como sus "maestros salvadores".

Y hablando de su esposo, Wen Kexing se encontraba a poca distancia de ellos, observándolos fijamente sin ninguna expresión en su rostro, aunque Zishu sabia que su esposo parecía estar atormentándose mentalmente.

Lao Wen.

— Tenemos que enseñarle artes marciales, tenemos que hacerlo entrenar con ChengLing.

Ambos hablaron a la vez. Zishu frunció el ceño confundido y se alejó del menor haciendo una seña para que lo siguiera hacia otra habitación, no iba a discutir algo con el chico durmiendo a poca distancia de ellos.

A-Xu~

Una vez que estuvieron en otra habitación, Zishu solo atinó a cruzarse de brazos mirando a su esposo de forma expectante.

— Solo creo que tiene que aprender a defenderse, ¡Incluso podemos pedirle al vejestorio que le enseñe algunos trucos!

Zishu soltó un pequeño suspiro y le lanzó una fea mirada a su esposo, por otro lado, Wen Kexing se mantuvo cerca de la puerta, su rostro tenía una ligera expresión de preocupación.

La flor que renació del rencor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora