El amanecer (Planta baja)

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La bestia del cuarto piso parece que no me sigue, así que tan solo me aseguro de cerrar la puerta por seguridad y moverme hacia la recepción, pero ya escucho ruidos, varios de ellos, por un lado otra bestia chillar, por otro lado, un grito agonizante, se puede sentir el sufrimiento de esa persona. Eso me hace pensar que no soy el último superviviente, claro, pero ¿Qué habrá pasado para que algunos sí hayamos sobrevivido y otros no? ¿Tal vez los que murieron despertaron antes o es que nosotros estábamos en un lugar cerrado? Es muy extraño… Por suerte puedo guardar la linterna, ya está haciéndose de día, veo a través de la ventana ¿Dos soles? Ah no, lo otro solo es un reflejo, ya me confundo con cualquier cosa.

No puedo desviarme tanto de todo, hay más bestias en esta zona, por lo que he de ir con sumo cuidado, bien, el único problema es ¿Dónde estoy? Iba hacia la recepción, pero me he perdido; me dispongo a acercarme hacia un cartel, está todo manchado de sangre, pero no huele a putrefacto, agradecido con eso, ya iba a vomitar en cualquier momento. Consigo leer: odontología a la derecha, pediatría arriba (2°piso), quirófanos arriba (5°piso), ginecólogo derecha, recepción izquierda. Ahí está, recepción, perfecto, así que vamos a por ello, me aseguro de estar en una pieza, a saber si la adrenalina me quitó el sentimiento de dolor con alguna herida, ya cualquier cosa puede pasar en este endemoniado lugar. Al asegurarme de que estoy perfecto, camino hacia la izquierda del cartel, pero ahí está todo un pasillo lleno de salas, será el apartado de odontología, supongo, sería fácil pasar por él si no fuera porque en una puerta se escucha como si alguien le estuviera pegando cabezazos, eso da mucho más miedo de lo que pensé; me quito de la cabeza el miedo y paso por el pasillo atento a cualquier movimiento en falso, pero, al pasar por aquella puerta, el silencio decae repentinamente, ahora no hay nada más que silencio, pero aún así, sigo caminando, escuchando mis propias pisadas sobre el suelo seco y rojizo. Siempre le tuve miedo a los dentistas, imaginate cuando salga de esta, si es que consigo salir, claro.

Al salir del pasillo me encuentro con la gran sorpresa que, aquel monstruo que se pegaba cabezazos contra la puerta pega un chillido, era increíblemente ruidoso, sonaba por todo el hospital, o al menos por toda esta planta, el sonido era diferente al de los otros, sonaba más humano… Oh no, creo que ya lo entiendo todo, no puedo quedarme quieto y, mientras mis oídos se recuperan del chillido, me voy corriendo de la zona hacia recepción, la cual ya podía ver una parte de esta, lo malo, que ahora escucho a, como mínimo, cinco "Meat Beast" acercándose a mí, chillando y tirando o destrozando todo lo que se les cruzaba por el camino, también puedo escuchar como rompen la puerta de aquella otra bestia; es horrible, es cómo si le quitara la piel, uñas, ojos, dientes y oídos a un ser humano, este es más rápido que los demás, más ágil y encima más pequeño, los demás también son diferentes a los que vi, pero dentro del mismo criterio que el primero, manteniendo mínimas diferencias. No puedo dejar de correr, me siguen, ahora que me giré a mirar, siete "Meat Beast" y un "Meat Runner". Lo sé, soy muy original con los nombres. He conseguido ser atrapados por el corredor, me ha tirado al suelo, toda la sangre que rebosa de sus músculos cae sobre mi, la saliva de su boca mezclada con aquella sangre mancha mi rostro y su lengua, la cual parece ser puntiaguda, se acerca a mi velozmente, por suerte, algo lo golpea antes de que pueda hacerme nada; miró hacia mi salvador y es un humano, pero tiene medio cuerpo transformado. Él me da la mano como ayuda y corremos para escondernos dentro de la sala de recepción, ahí ambos sabemos que el ruido es lo único que les dice nuestra posición, por lo que no hay ninguna conversación entre nosotros, él mira que aquellos monstruos se vayan, yo miro su media transformación, es por la parte derecha, le falta un ojo, aquellos bultos sobre su piel han roto parte de su ropa y de su boca sale mucha saliva sobretodo por aquel lado, pero es como si no pudiese controlarlo; en cambio, su otra mitad, la parte humana, es más normal, tiene los ojos castaños, pelo rubio, las uñas pintadas de negro, con algunas heridas y cicatrizes, el mismo sudor de su otra mitad hacer que algunas partes de él se deterioren o envejezcan más rápido, no se muy bien como funciona eso, pero el Meat Runner no es igual ¿Qué es? ¿Él lo sabrá? ¿Me lo explicará? No parece muy amable. Por suerte, estoy frente a la puerta de salida, así que me levanto para mirar lo peor que pude esperar en mi vida, está tapada por dos gigantones y lo que antes era de cristal ahora es de una masa carnosa que inclusive palpita, por lo que no hay salida en esta zona, claro, por eso el otro superviviente subía.

Mukade: El hospitalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora