𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒; Billie Eilish.

「𝟒」

「________' 𝐬 𝐏𝐎𝐕」

Podía oírlo de forma nítida, pero a medida que iba despertando y mi mente me arrojaba a la realidad, distinguí que se trataba de un llanto fuerte y desesperado.

Desde que me convertí en mamá hace un mes atrás, tenía una mueva alarma que sonaba a altas horas de la noche. No podía ignorarla, después de todo, el pequeño aparato que estaba sobre la mesa de luz se escuchaba perfectamente.

Suspiré al abrir un ojo y ver que eran las cuatro de la mañana. Estiré mi brazo hacia atrás y le toqué la pierna a mi esposa repetidas veces. Cuando sentí que ya estaba despierta disminuí mis palmadas.

- Mmmmgh... ¿Qué sucede? - Preguntó adormilada.

- Blue llora... es tu turno... - Bufó.

- ¿Puedes cubrirme? - Me di la vuelta con lentitud y abrí mis ojos.

- Billie, también es tu hija. Además ya te cubrí los dos turnos anteriores. - Se quitó la almohada de la cabeza y se sentó en la cama.

Hice un puchero cuando la vi con su carita de dormida. Su cabello negro estaba todo despeinado, las pestañas parecían pesarle porque parpadeaba lentamente, sus mejillas estaban coloradas y una de ellas estaba brillante por la baba que se le había caído durante la noche.

- Aun no puedo acostumbrarme a esto. - Se quejó y levantó el bolso rosado que estaba en el suelo. Lo abrió y hurgó entre todas las cosas de nuestra hijita un pañal.

Se levantó del todo y fue hacia la habitación de Blue. Vi como pasaba nuevamente con la bebé en brazos, ambas iban hacia abajo. Billie debía prepararle la leche porque seguramente tenía hambre.

Tomamos la decisión de ser madres porque creíamos estar listas. Por supuesto, no lo estábamos. Hasta que no eres padre, no tienes idea de lo difícil que es. En ocaciones se complica bastante y la respuesta para resolverlo no viene en ningún manual.

Un ejemplo seria la fama de Billie. Fue difícil mantener el embarazo fuera del ojo público, hicimos lo imposible hasta que ya no pudimos controlarlo más. En el último mes de gestación

Finneas y Claudia nos ayudaban con todo lo que podían. Nosotras no salíamos, salvo para los controles de Blue.

El resto veía que muestras decisiones eran muy arriesgadas: nos casamos hace un año y luego decidimos tener una hija. Dijeron que nos estábamos apresurado, pero nosotras sentíamos que era el momento perfecto para formar una familia.

A ver, Billie tenía su trabajo, yo tenía el mío. Convivíamos en nuestra casa y nos amábamos inmensamente. ¿Por qué no hacerlo?

Me levanté de la cama para ayudarla. A pesar de que ya le había dado la mamadera, Blue seguía llorando con la misma intensidad, y Billie ya estaba cansada.