Jeon Jungkook, no creía volver a sentirse vivo después de lo que pasó hace varios años, pero eso cambia ante el regreso de aquel amor que no pudo ser, pero que solo tal vez podrá tener su inicio si decide hacerle frente a su más grande enemigo.
Ini...
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La primera vez que Taehyung conoció a Jimin fue simplemente algo impactante para él. Nunca había conocido a una persona tan explosiva y entusiasta como lo era Park Jimin, cuando le comunicaron sobre el asesinato de su padre, Taehyung se sintió completamente solo, y esa soledad se vio evaporada por la presencia del que sería su mejor amigo.
─ Seré tu soporte TaeTae. ─ había dicho el niño de trece años. ─ Estaré contigo siempre que me necesites.
En ese entonces al pequeño Tae, no le quedo de otra que confiar en ese niño, y vaya que estaba agradecido.
Seis años después, esa bonita amistad se había fortalecido, y ahora se podría decir que son más que mejores amigos. Jimin le había dicho que ellos eran, almas gemelas.
Complicado de creer, pero así era y así se sentía.
─ ¿Vamos por unas pizzas? ─ Jimin había regresado después de tanto tiempo, y lo primero en lo que pensó, fue ir en busca de su soulmate; como lo había apodado hace un tiempo. ─ Tenemos mucho de qué hablar TaeTae.
─ No entiendo de que...
─ Si lo sabes. ─ responde Jimin.
─ Minie, mamá me prohibió hablar de esto contigo. ─ después de un largo tiempo, Tae se sintió seguro y en familia, tanto que a la mamá de Jimin, la trataba como si fuera la suya. ─ Deberías centrarte en tu trabajo.
─ Será muy peligroso si te descubren.
─ No lo harán, ya tengo experiencia en esto.
─ Eso no quita lo peligroso. ─ Jimin a pesar de que sabía que Tae ayudaba a su madre con algunas misiones, seguía preocupándose de lo que podría llegar a pasarle. ─ Mejor...cambiemos de tema. ¿Qué tal el reencuentro?
─ No muy bien...al parecer no tenia buena relación con ellos en el pasado. ─ un suspiro pesado escapa de sus finos labios mientras se recuestas completamente en el asiento de cuero. ─ Ni una cara se me hace conocida...a excepción de una.
─ ¿La del chico de la foto?
─ ¿Has estado husmeando entre mis cosas? ─ responde con otra pregunta. Jimin a veces podía llegar a ser muy entrometido. ─ Si mamá se entera...
─ Pero no lo hará ¿o sí?
─ Sabes que no diría nada.
─ Ser soulmates tiene sus ventajas. ─ sonríe achicando sus ojos.
Taehyung niega con una sonrisa pequeña en su boca, y es que él amaba a Jimin, el mayor ─ por meses ─ se había convertido en una persona muy importante en su vida, y esperaba que nunca le faltara.
─ Vamos por las pizzas, pero tú pagas. ─ terminó diciendo Taehyung.
Jimin acepta entusiasmado mientras conduce a aquel lugar que no visitaba desde hace mucho tiempo y que es uno de sus lugares favoritos, y eso es porque se encontraba casi fuera de la ciudad. El lugar era muy tranquilo.
El mayor había decidido estudiar medicina, y es por lo que se encontraba fuera del país. Le había otorgado un intercambio en el extranjero y esto le ayudo mucho en su preparación, y debido a eso terminó graduándose con honores. Ahora, con su regreso debía empezar con la búsqueda de un trabajo.
En cambio, Taehyung, había decido seguir los pasos de la agente Park Soojin. A los quince años le rogó a Soojin que lo dejara practicar en la agencia, y después de varios intentos fallidos, la mujer acepta, con la única condición de que él continuara con sus estudios.
─ Jimin, no.─ lo miro serio y cansado. Era difícil negarle algo a Jimin. ─ Esta misión solo la sabemos mamá y yo, no tienes que saber nada sobre esto.
─ ¿Es así de importante ese chico?
─ Al parecer no ves las noticias.
─ Pues no, lo único que llegaba a hacer en el dormitorio era dormir un par de horas antes de volver a estudiar. ─ murmura con un puchero.
Tae sin decir nada más saca su teléfono y teclea un par de palabras antes de pasárselo a su mejor amigo. Este lo toma un poco confundido.
─ Jeon Jungkook, el idol del momento...─ leía toda la información que encontraba en la página que contenía la biografía del cantante. ─ ¿10 millones de fans? ¿Hizo algún tipo de ritual para tener esa cantidad? Entonces sí que es importante.
─ Y es por esa razón que no debes saber nada.
─ Podría ser de ayuda...al menos déjame buscar información confidencial y...
─ Que no Minie. ─ vuelve a negar. ─ Si en algún momento llego a necesitar ayuda, serás el primero en quien pensaré.
─ Promételo. ─ le muestra su dedo meñique.
─ Lo prometo.
El mayor satisfecho con la promesa se permite olvidar la conversación que habían tenido en ese momento.
─ ¿Y Hoseok? ─ pregunta Taehyung.
Hoseok era el primo de Jimin, quien gracias a una beca también estuvo fuera del país junto con Jimin, ambos habían coincidido en el mismo país extranjero y por lo menos no se sintieron solos en ningún momento.
─ Volverá la siguiente semana, aún le falta para su graduación.
─Aún no puedo imaginarme a Hobi hablando inglés. ─ niega con la cabeza el menor. ─ No tengo idea de cómo sobrevivieron.
─ Somos malos para pedir dirección, recuerdo que los primeros días nos guiábamos con un mapa, pero también pedíamos instrucción. ─ Jimin ríe a carcajadas cuando lo recuerda. ─ No entendíamos nada, y a la final nos perdimos. Fuimos a dar al otro lado de la ciudad.
─ Recuérdame no ir nunca con ustedes. No quiero morir.
─ Andamos graciositos ¿eh?
Después de haberse puesto al día y haber acabado con dos cajas de pizzas medianas decidieron que era hora de volver a casa.
Ninguno había avisado de que estarían fuera por un par de horas más, y es que su mamá era un tanto paranoica, al menos necesitaba un mensaje para saber que ellos estaban bien y que no necesitaba de una visita a una cárcel, o peor aún, a un hospital.
─ Mi batería está muerta. ─ comenta el azabache mientras intentaba prender su teléfono.
─ La mía también. ─ responde el rubio. ─ Mamá no estará contenta.
─ El culpable de toda esta situación eres tu Minie.
─ Imbécil, tras que te pago la pizza me tiras la culpa. ─ el mayor actuaba ofendido. ─ A la próxima ni agua te doy.
Taehyung amaba bromear con Jimin, y era porque se sentía seguro con él. También se sentía seguro en casa, y es con ellos que podía ser despreocupado y estar relajado.
Pero una vez en la universidad, vuelve a usar la máscara que oculta todos sus sentimientos y lo deja ver a alguien serio e introvertido.