Jeon Jungkook, no creía volver a sentirse vivo después de lo que pasó hace varios años, pero eso cambia ante el regreso de aquel amor que no pudo ser, pero que solo tal vez podrá tener su inicio si decide hacerle frente a su más grande enemigo.
Ini...
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Jeon Jungkook no sabía que más hacer para seguir evitando al azabache, porque por más que lo intentaba siempre estaba presente, ya sea en sus pensamientos, o cuando estaban en la misma clase. Para su tortura aún no habían acabado el trabajo que les habían dejado hace varias semanas ya, y si no querían reprobar, deberían retomar ese trabajo enseguida.
─ Una semana niño conejo y reprueban la materia. Deberías dejar de evitarlo y decirle lo que quieras decirle, así hacen el trabajo y las cosas se arreglan.
─ No es tan fácil, no cuando tengo a mi papá...
─ Te entiendo, pero si tan solo lo hablaras con Tae, tal vez ese peso que cargas sea un poco más liviano. No siempre debes cargar con todo solo. ─ aconseja el pelimenta mientras abre la leche favorita de su mejor amigo. ─ Tae no te recuerda, pero si lo ayudas puede que si lo haga y no te aseguro que se lo tome bien, pero al menos tienes la certeza de que sabe la verdad. Y eso es mejor que nada.
─ Tal vez tengas razón.
Ese día al parecer Taehyung no iba a presentarse a clases, ya estaban en sus últimas horas antes de la salida, y el azabache no dio señales de que iba a llegar.
Cuando salieron de la universidad grande fue la sorpresa de ambos cuando vieron a cierta persona recostado en su auto mientras revisaba algo en su teléfono. Estaba tan concentrado que no se había dado cuenta que sus dos amigos se acercaban a él, uno con confianza y otro un poco inseguro.
─ Taehyung. ─ llamó el mayor provocando que el azabache levantara la vista hacia su persona, desviando esta hacia el bonito castaño junto a él.
─ Yoongi hyung.
─ ¿Por qué no asististe a clase? Estuvimos esperando por ti
─ ¿Estuvimos? ─ ladea su cabeza confundido.
─ Con Jungkookie
El castaño siente sus mejillas enrojecer cuando tiene la mirada de Taehyung sobre él.
─ Si...bueno, es la primera vez que faltas.
─ Tuve que hacer un trabajo, pero vine porque recordé que debíamos acabar una tarea si no queremos perder la materia.
─ Entonces...yo me voy. Nos vemos mañana. ─ y sin dejar que los menores se despidieran corre en dirección contraria para salir de las instalaciones.
Sabía que, si seguía un segundo más junto a ellos, era posible que Jungkook se negara a ir con Taehyung. Ellos necesitaban arreglar sus asuntos, pero más el menor.
─ Entonces... ¿mi casa? ─ pregunta el azabache.
El menor asintió, y ambos entraron en el auto del mayor. El camino a su casa fue en total silencio, y lo único que se lograba escuchar eran sus respiraciones y un poco más se escuchaba el retumbar de sus corazones.