Profesor Hoseok || Base Line Studio

Capítulo 5

La salida a comprar con sus nuevas amigas, le hizo trabar mas confianza con ellas al punto de sentirse muy cómoda.

Iban a varias tiendas y la ropa que había era tan chulisima que no podia evitar llevarse a probadores casi todo lo que veía, pero debia ser responsable ante ello y elegir lo que realmente fuera a necesitar, si Jiyo fuese rica ya habría arrasado con todo.

Jiyo se enamora de un top que parecía un peluche de lo suave que era, color negro y sin tirantes, pero se salía de su zona de comfort en la ropa, nunca habia vestido con algo así tan corto donde su cuello y hombros serían mostrados. Pero se estuvo pensando en llevarselo al probador, hasta que Suni se acerca para apreciarlos también.

— Oye Jiyo, escoge ese - le animó. Asi que no se lo pensó poco más y se lo lleva a probadores. Quedó muy convencida cuando se lo probó, pero al rato de mirarse, entró en algo de dudas.

Las demás estaban hablando de un probador a otro, acerca de si Hoseok iba a acudir a esa fiesta. Jiyo se sintió de repente insegura con su top, viendose su barriga y apretandola con sus manos.

— Ay no, Hoseok no puede verme así que vergüenza - comentó sin darse cuenta en voz alta y Suni le responde — No seas tonta, a Hoseok le atraes desde que te vió - comienza a reirse.

Jiyo se sonroja al instante y se lleva las manos a las mejillas — ¿Suni? - comenzó a reirse también — dudo que eso ocurra -.

— Solo te miraba a ti -.

— Normal, si hago el ridículo es normal que me mire  - comenzaron todas a reir, aunque Jiyo queria incluso llorar pero reía para tomar la vida un poco con humor,  aunque sean desgracias.

Salian de la tienda, al final Jiyo salía con una bolsa con el top que al final se decidió en comprar. Luego encontró unos leggins preciosos ajustados hasta arriba de la cintura porque era de talle alto, eran con un material de imitación al cuero, negros y preciosos que con el top aterciopelado quedaba increíble; or suerte estaban rebajadas las segundas unidades en esa zona así que escogió otros color granate también, para otra ocasión.

Compró una oferta de 3x2 en camisetas oversize, de la sección de hombre, su zona favorita y un par de cinturones básicos que se le habia olvidado traer en la maleta, hacía tiempo necesitaba tener nuevos. En otra tienda, compró unos jeans blancos rotos por la rodilla, algo arriesgado porque siempre lleva ropa oscura ya que lo de color lo termina manchando, pero le gustaron mucho esos jeans y decidió comprarlos ya que estaban en oferta.

Pasaron por la última tienda ya que se les echaba el tiempo encima, donde compraron el calzado que llevarian. Jiyo estaba entre unas bambas negras o unas botas, ambas cosas le gustaban pero por su outfit se veia mejor con las zapatillas, quedaba un tanto formal pero tampoco exagerado, estaba bien.

Fueron a comer a un McDonalds antes de tomar el autobús de vuelta a casa, por la tarde debían regresar a la práctica de baile y el tiempo estaba un poco justo.

Jiyo llegó con varias bolsas colgando de sus dos manos, sentía esa felicidad de haber ido de compras y por primera vez habia encontrado muchas cosas que se moría de ganas por estrenar.

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Cruzaba algo acelerada el paso de cebra para llegar a Hybe, corriendo antes de que el semáforo cambie a rojo, cuando mira delante suya y ve a un chico con las llaves en la mano, su corazón se aceleró al intuir que bajo ese gorro de pescador se escondía nada más ni nada menos que su queridisimo Hoseok.

Ella detiene sus pasos tras él, intentando tener larga distancia entre ambos. Entra tas suya, no habia nadie más que ellos dos en ese pasillo y Jiyo fue silenciosa hasta que su pierna decidió crugir.

Hoseok se gira y una resplandeciente sonrisa se presenta en sus mejillas antes de decirle un hola.

— ¿Jiyo?

"Dios mio se sabe mi nombre" pensó, quedando atontada, podía escuchar su corazón latir tan fuerte.

— No ha venido nadie porque hoy es dia de descanso, pero si quieres puedes quedarte conmigo - dijo extendiendo su mano hacia ella.

Jiyo no podia creer lo que estaba sucediendo y su cerebro tardaba en entender que literalmente le estaba invitando a quedarse con él y no había nadie más.

Tomó de la mano de Hoseok y su corazón se sacudió intenso y quemaba, estaba tomada de él,  el amor de su vida, estaban entrando por los pasillos y todo estaba apagado, caminaban hasta que llegaron frente a un ascensor.

— Jiyo, vamos a tomar un café primero.