Park Ji-yo viajó a Corea por ganar una plaza en la nueva academia de baile "Base Line Studio" proporcionada por Big Hit Labels. Lo más impresionante de esto es que las clases son dirigidas por el ídolo j-Hope.
La norma número uno es mantener la prof...
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Después de pasar un dia más, llegó el sábado. Finalmente llegó ese día en el que Jiyo se despertaba con una cosa en mente: La fiesta
La mañana amaneció soleada y Jiyo desayunaba un bol de cereales sentada en su sofá mientras se ponía a ver twitter y otras redes sociales.
Ninguna de sus amigas se había despertado todavia, de hecho ella no es de madrugar pero eran las nueve y no tenía mas ganas de seguir durmiendo, en realidad se sentía nerviosa desde la noche anterior, estaba ansiosa por estrenar el nuevo outfit y, sinceramente, estaba todavía más ansiosa por ver a Hobi, y sobre todo, interactuar con él.
Saboreaba los cereales azucarados que estaban tan ricos que sentaban de maravilla.
Todo está mas delicioso cuando sientes la felicidad en tí.
Todo se vive mejor cuando tu corazón está contento, ¿verdad?
Pues Jiyo estaba ante esa sensación de que todo era maravilloso, lo gracioso de todo es que se repetía cara al espejo que no debía hacerse ilusiones con su querido Hobi pero,
¿Cómo le dirías a un niño que no se emocione al abrir los regalos de navidad?
***
- Dios mio Jiyo, me encanta como te ves así - dijo sorprendida Suni. Llegó a casa de Jiyo para prepararse antes de ir a la fiesta y Jiyo ya tenía todo excepto el peinado. Para ello optó por dejarlo al natural, en realidad se veía muy bien y brillante tras el lavado.
Un problema, el abrigo. No tenía nada para cubrirse del frio, que no era mucho porque era época primaveral pero ir tan sólo con un top podría dar frio en la noche.
- Bueno no importa, estaremos en la academia -. Decidió no llevar nada, y ya salían en dirección a Hybe.
***
- En realidad estás nerviosa y se te nota, calma - Suni se cuelga del hombro de Jiyo mientras estaban esperando el autobús.
- No, en realidad estoy bien -.
- Ya, claro - dijo riéndose. - Sabes que no -.
Jiyo en realidad sabe que tiene razón y se siente muy nerviosa, ¿cómo no estarlo?
El autobus ya llegaba y subían. Jiyo no paraba de mirarse en la cámara frontal del móvil, hacía mucho tiempo que no se sentía tan bella como este día, o tal vez el rubor de sus mejillas le daban ese toque especial, o tal vez la propia felicidad y esas mariposas en el estómago le hacían sentir mejor que nunca.
