Park Ji-yo viajó a Corea por ganar una plaza en la nueva academia de baile "Base Line Studio" proporcionada por Big Hit Labels. Lo más impresionante de esto es que las clases son dirigidas por el ídolo j-Hope.
La norma número uno es mantener la prof...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Quién se supone que sería el novio de Jiyo? Pensó.
Lo pensó durante el trayecto a casa en el autobús, llegó y se metió a darse un baño aunque la mente seguía enfocada en lo mismo, pensando en cada chico de clase.
— ¿Cómo voy a decir eso? ¡Ahh Jiyo estás loca!, te van a pillar y Hoseok se enfadará.. ‐ discutía para sí misma y se quedó en la bañera como por más de una hora hasta cerca de dormirse.
De pronto el telefonillo de la calle suena, alguien llama.
— ¿A estas horas? Por dios, que miedo... mejor no abro - vió la hora de las 2:00 am en la pantalla del móvil y lo volvió a dejar para ponerse el pijama e ir a la cama.
En el camino a la habitación, la puerta volvió a timbrar. Jiyo miró con temor hacia esta.
— ¿Debería?
2:10 am. Sola en casa. En corea. ¿Buena idea? Pues claramente que no.
Se acercó al telefonillo y encendió la cámara, cuando lo que ve no puede creerlo y por ello se limpia los ojos con las manos unas cuantas veces.
— ¡¿Hoseok?!
Jiyo colapsa en nervios y se lleva las manos al cabello todo mojado todavía, corre al baño a arreglárselo pero se detiene y regresa porque no le habia contestado todavía y el chico esperaba con paciencia por lo visto.
Jiyo descuelga el telefonillo, los nervios le comen por dentro de no entender la situación para nada. Hoseok llamando a su puerta a las 2 de la mañana.
— ¿Hobi?...¿q..que haces aquí?
— Oh Jiyo, ¿estabas durmiendo? Tengo algo que decirte, disculpa por las horas...yo... ¿puedo?
Jiyo alucinaba con lo que acababa de pasar, abrió la puerta Hobi sin decir ni una palabra y corrió a cepillar su cabello lo antes posible y revisarse en el espejo, regresó y se puso muy nerviosa al momento de abrir la puerta y ver que el ascensor ya estaba listo.
Entonces Hoseok apareció y de la nada, abrazó a Jiyo.
— Oh... Jiyo, lo siento mucho si te desperté, no era mi intención pero...
Jiyo le concedió el consuelo que parecía que él necesitaba y continuó en ese abrazo que hablaba por sí solo de que a su querido chico preferido en el mundo le ocurría algo y necesitaba decirle.
— Hobi, todo está bien, vamos dentro y me lo cuentas, ¿vale?
Le preparó un vaso de agua y se sentaron en el sofá, se guardaron unos pocos minutos de silencio mientras el chico lo tomaba y luego daba las gracias por ello, muy educado siempre.
