Park Ji-yo viajó a Corea por ganar una plaza en la nueva academia de baile "Base Line Studio" proporcionada por Big Hit Labels. Lo más impresionante de esto es que las clases son dirigidas por el ídolo j-Hope.
La norma número uno es mantener la prof...
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Marchaban en el coche de Hoseok rumbo a tal lugar que había nombrado. Jiyo observaba con mucha curiosidad a través de la ventana de copiloto, toda la ciudad de Seúl iluminada por las luces de los edificios, postes de publicidad, las farolas en las aceras, restaurantes y tiendas de 24 horas casi en cada calle.
Disfrutando del turismo en el coche de su ídolo más apreciado, algo que por más que intentaba procesar, no podía.
— Jiyo, pararemos un momento al lado de esos puestos de comida, iré a por algo para que cenemos, ¿quieres?
— Pero... ¿te verán?
Hoseok se da la vuelta y alcanza algo de la parte trasera del asiento de su coche, sacando un gorro de pescador que desdobla.
— Bueno, suelo salir a comprar y no pasa nada, pero llevaré esto - dijo colocándoselo en la cabeza. Llevaba una pequeña marca que por intuición Jiyo suponía que debía ir al lado, así que le gira ella misma un poco el gorro correctamente.
— Así, lo tenías girado - dijo Jiyo saliendole una sonrisa de sus mejillas, débil ante la mirada linda de Hobi.
— ¿Qué te consigo para cenar?
— Mmm... - se quedó pensando. Se despistó al quedarse mirando ese brillo en su mirada, Hoseok le roba el oxígeno en todo momento y un silencio se genera por unos minutos.
— Pues... lo que sea estará bien, ve a por algo de carne, ¿si?
— Bien, espera aquí, no tardo nada. Hoseok miró alrededor y sorprendió a Jiyo con un rápido pico en los labios antes de salir del coche.
Ella se le quedó mirando, como el chico tan lindo daba un pequeño sprint hacia el puesto, viéndose tan bonito con una sonrisa agradable saludando a la mujer que atendía. No le escuchaba desde el interior del coche pero con verlo reír podía escucharlo en su mente.
Su mente indaga en su vida actual, en cómo todo lo que ha hecho en su vida le ha destinado a ese momento, de noches leyendo historias tan irreales que parecían a estar presenciando una, a estar literalmente en el coche de su amor platónico, Jung Hoseok.
Una vida de ensueño, cumpliendo su mayor deseo de ser bailarina y enseñada por su miembro favorito. El pecho subía y bajaba, suspiraba como sintiendo que ya lo tenía todo, no sabía como iba a lidiar con algo que debe guardar tan en privado, pero amaba todo lo que estaba pasando.
No tardó nada Hobi en aparecer con una bolsa de comida y entrar al coche.
— Conseguí muchas cosas, estoy hambriento, todo tenía tan buena pinta que no me pude resistir.. woaah. La señora ya me conoce y me lo regaló todo, es muy agradable enserio - dijo tan emocionado. La forma de expresarse de Hobi es tan hermosa, siempre tan humilde y apreciando todo.
— ¿Enserio? Ooh, huele todo muy bien - expresó Jiyo asomándose al interior de la bolsa y encontrando tantas cajitas con rico olor.
