Capítulo 11: El Secreto

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-Te prometo que no te arrepentirás de darme el honor de ser el primero en tu vida, mi amor. - dijo él con voz ronca sobre los labios de ella.

Kagome se separó abruptamente y se levantó quedando sentada sobre la cama. Intentó con manos temblorosas cerrar su blusa y se llevó una mano a la cara tapándose el rostro. Sesshomaru desconcertado se acercó a ella y suavemente posó sus grandes manos sobre los hombros de la joven.

-¿Estas bien? - preguntó con notable preocupación. - Si no te sientes lista no hay ningún problema, te pido perdón por haber llevado esto a ese punto. De verdad lo siento. No quiero que pienses que es lo único que quiero de ti. - Kagome volteo a verlo y le dio un beso casto en los labios.

-No es eso... - Sesshomaru había sido extremadamente lindo y comprensivo con ella, pero no podía continuar. No sin antes ser completamente sincera con él.

-Si no quieres decirme lo que te sucede, lo entenderé. Solamente te pido que no te vayas, quédate esta noche, permíteme dormir a tu lado. - pidió mientras la abrazaba por la espalda.

-Sesshomaru, ¿cuál es tu verdadera intención conmigo?

-Hacerte la mujer más feliz de Tokio y del mundo si me es posible. - respondió seguro.

-¿Y cómo piensas hacer eso? Sabes perfectamente que nadie permitirá una relación entre nosotros. Para empezar tú sigues casado. - Sesshomaru se tensó por un segundo pero reaccionó inmediatamente.

-Solamente hasta el Viernes Kagome.

-La escuché, Sesshomaru. Escuché cuando te dijo que no firmará los papeles de divorcio. - dijo ya un poco más exaltada. Sesshomaru la tomó con ambas manos del rostro y la acarició.

-No tiene opción de negarse, confía en mí, princesa. Kagura firmará los papeles quiera hacerlo o no. - Kagome veía en sus ojos dorados la seguridad de sus palabras.

-Y respecto a la negativa de nuestras familias ¿qué harás? ¿Qué haremos? - Sesshomaru aún viéndola a los ojos respondió.

-Estoy dispuesto a asumir las consecuencias. Si es necesario que deje la presidencia de Tessaiga lo haré. Si es necesario irnos de Tokio, lo haré. - Kagome solamente le veía con los ojos cristalinos por la impotencia que sentía. - Kag, en los años que estuve en Europa cree mi propia empresa, hoy en día me genera lo suficiente para mantener la vida a la que estamos acostumbrados, si le dedico más tiempo sé que será potencia mundial. No te hará falta nada ni a ti, ni a tu familia aunque nos den la espalda.

-No quiero su desprecio. - dijo ella con pesar, Sesshomaru limpió una lagrima traicionera que escapó de sus ojos.

-Les molestará, muchísimo. Odiaran nuestra decisión, estoy seguro. Pero te aman, tarde o temprano tendrán que hacerse a la idea. - Kagome lo abrazó y soltó en llanto.

-Sesshomaru, tengo miedo.

-Tranquila mi amor, yo estaré para ti. - dijo él tratando de consolarla.

-A eso es a lo que tengo miedo. - Kagome se separó solamente lo suficiente para verle a la cara, a Sesshomaru se le veía confundido.

-No te entiendo, ¿cuál es tu temor?

-Tengo miedo de que cuando sea sincera contigo ya no me quieras. Que me repudies. - contestó ella.

-No, no, no. No digas eso princesa, eso nunca va a suceder.

-Eso aún no puedes decirlo. Y es que no podría ser completamente feliz si no soy sincera contigo, simplemente no podría vivir en paz ocultándote algo así. - Kagome se separó de él y le dio la espalda, no podía verle a la cara.

Señor TaishoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora