𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁ℴ 1

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Kao inclinó la cabeza debajo de la boquilla de la ducha, cerrando los ojos, cuando la avalancha de agua caliente se extendió por el cuello y la espalda. Después de unos pocos momentos, sentía que la tensión en sus hombros comenzaba a relajarse, el estrés se agotaba lentamente con el agua bajando por el desagüe. Había sido un día largo, lo fue aún más cuando llegó a su casa y encontró a su compañero de varios años, Mew, a punto de salir.

Mew había estado abotonándose la camisa y sonrió cuando Kao caminaba adentro.

-Hey bebé, ¿largo día?

Kao asintió, tratando de tragarse el nudo en la garganta.

- ¿Vas a salir esta noche? -Casi tenía miedo de preguntar porque sabía la respuesta.

-Sí, voy a ver si puedo encontrar alguna cosita joven con la que jugar. -Sonrió Mew devolviéndole la mirada.

Kao no podía creer la cantidad de angustia que le provocaba su declaración. Él y Mew habían estado acoplados durante casi cinco años. En todo ese tiempo, Kao nunca se había apartado de su compromiso con Mew una sola vez, incluso si hubiera pensado en ello.

Mew no podía decir lo mismo. Había estado saliendo para tratar de encontrar un pedazo de culo todos los viernes por la noche desde que Kao lo había conocido. Eso fue un montón de noches de viernes, y cada una de ellas era como un cuchillo en el corazón de Kao. Era algo que se había acostumbrado desde el día en que se habían acoplado. Mew no estaba dentro de las relaciones monógamas.

Le dijo a Kao desde el principio. Sabiendo que no podía tenerle de cualquier otra manera, Kao a regañadientes accedió a dejarle ser libre. Casi se echó a reír al recordar el viejo adagio, Si lo amas, déjale libertad. Si vuelve a ti, es tuyo. Si no lo hace, nunca va a serlo. Dejó en libertad a Mew y volvía a él todas las noches, pero no era de Kao y nunca lo sería. Kao estaba lentamente empezando a darse cuenta de eso. ¿Pero qué se suponía que lo hacía? Mew era su compañero. Estaba arraigado en su naturaleza luchar con cada fibra de su ser para estar con su pareja, incluso si eso significaba girar en sentido contrario cuando Mew se iba para estar con alguien más.

-Pensé que tal vez podíamos quedarnos esta noche en casa, - susurró Kao, sabiendo que era una causa perdida cuando Mew empezó a reírse. Giró su cabeza y simuló estar listo para una ducha, mientras las lágrimas llenaban sus ojos.

- ¿Qué tal mañana por la noche, bebé? 

Tengo grandes planes para esta noche. -se rio entre dientes Mew.

-Sí, claro, -respondió Kao, entrando en el baño para esconderse -. Te veré mañana, Mew. -En silencio, cerró la puerta, apoyando su frente contra la madera fresca al oír la puerta del dormitorio cerrarse. No sabía cuánto más de esto podría tomar. 

Mew era un gran hombre, alto, cariñoso magnífico. Excepto por su necesidad de salir y tener relaciones sexuales con extraños sin nombre que no eran su compañero, era perfecto. 

Durante los primeros años, Kao había mirado para otro lado, dejando que Mew tuviera su diversión. Desde que el hermano de Kao, Ohm, se había acoplado hace poco, había sido más difícil. Quería que su compañero le quisiera sólo a él, que le necesitara sólo a él. Quería lo que Ohm tenía. 

Mew no parecía necesitar a nadie. Claro, a él parecía gustarle tener a alguien que viniera a casa, alguien a quien abrazar en la cama por la noche. Pero no parecía necesitar realmente a Kao. A veces Kao sentía que si no estuvieran acoplados, Mew todavía estaría bien. 

Kao, por otro lado, sabía que necesitaba a Mew más de lo que nunca había necesitado a nadie. Mew era todo lo que necesitaba en una pareja. Él sólo no estaba seguro de que pudiera durar mucho más tiempo ser el compañero solitario en una relación de pareja de dos. Apagando la ducha, Kao alcanzó un montón de toallas color crema. Se envolvió una alrededor de su cintura, y utilizó otra para secar su pelo. Ajustando la toalla sobre el mostrador, se veía a sí mismo en el espejo del baño. No era un tipo de mal aspecto. Con 1,95 mts. era casi tan alto como Mew. Se mantenía en buena forma. 

𝓢𝓣𝓞𝓛𝓔𝓝 𝓦𝓘𝓢𝓗𝓔𝓢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora