Ella soñaba con ellos desde pequeña, deseaba formar una familia junto a ellos y vivir feliz por el resto de sus vidas.
Ellos? Coroneles de elite, rodeados de sangre, ordenes y con la carga de toda una Fracción sobre ellos como para sumarle mas a su...
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Después de que Magnus me curara mi mano con gasas y una venda ya que no necesite puntos decidí encerrarme en mi habitación. Pensaba en lo que había pasado con Max hace unas horas atrás, no podía quitar de mi mente el casi beso que nos dábamos, su ternura al verme y su preocupación por mí, eso me confundía de sobre manera. ¿No era que no me querían en sus vidas? ¿No era que me aborrecían? ¿No era que harían todo lo posible por alejarme? Pero tal vez las cosas habían cambiado, Cassius una vez mas comenzaba a portarse lindo conmigo, Magnus y los demás me trataban mejor, no discutíamos tanto como antes y parecía que se preocupaban un poco por mi, así que tal vez la oportunidad de la vida que siempre desee al fin podría ser, con esmero, apoyo y voluntad tal vez todo podría funcionar.
Cuando al fin decido dormir para poder hablar con ellos mañana unos ruidos en el pasillo hacen que me levante y decida investigar que es lo que estaba sucediendo.
- Max - digo bajamente mientras camino por el pasillo hasta donde escucho los ruidos que están dentro de la ultima puerta
Cuando me encuentro a dos puertas entiendo todo, dentro de esa puerta escucho gemidos de una mujer junto a gruñidos de hombre haciendo que mi corazón se estruje. Abro la puerta sin pensarlo mientras contengo las lagrimas que amenazan con salir y es entonces que me encuentro con lo que menos imagine, ella desnuda besando a Max mientras los demás atienden su cuerpo de otras maneras haciendo que el asco llegue a mi y unas ganas de vomitar me invadan junto con unas ganas de llorar que jamás había sentido.
- ¡Ashia! - el grito de Magnus detrás de mi cuando me escuchan soltar el primer sollozo hace que corra hacía mi habitación y me encierre mientras escucho sus pisadas y toques en la puerta
- ¡Déjenme en paz! - grito mientras me dejo caer junto a la puerta llorando uniendo mis rodillas a mi pecho
- ¡Ashia abre la puerta! - grita Max haciendo que mi corazón se parta más dentro de mi pecho
- ¡Déjenme en paz! - grito con todas mis fuerzas tratando de olvidar esa escena
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La mañana llega y yo decidida tomo un baño y me visto para después dirigirme a mi guardarropa y comenzar a llenar una maleta con ropa y cuando creo tener lo esencial la dejo al lado de mi cama para bajar.
- Ashia - es lo primero que escucho cuando entro a la sala y están todos ahí junto a ella
- Primero que nada quiero a esa mujer fuera de aquí - demando con enojo hacia ellos
- Ella no se ira - dice Max levantándose para enfrentarme
Camino hacia el ventanal para mirar el jardín tratando de calmarme al saber que esto no me hace nada bien para mis nervios.
¿Cómo era que la prefería a ella antes que a mi?
- Bien entonces la que se va soy yo - aviso mirándolos con decisión y frialdad dejándolos callados a todos al no saber que contestarme
