HISTORIA FINALIZADA, SOLO FALTAN LOS EXTRAS.
SeHun se encuentra con LuHan después de un tiempo sin verse.
SeHun tiene una duda.
LuHan no.
Que podría pasar si las dudas se aclaran.
HunHan.(Principal)
KrisHan.
SeBaek.
Mpreg.
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Nota: No olviden que es una historia mpreg. El de arriba es Timoteo . El de abajo es su sobrino .
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KyungSoo sonríe nervioso ¿Qué son? Hay citas, hay mimos, hay abrazos y besos, pero sobre todo hay amor, es innegable e inevitable no verlo o sentirlo.
–¿Qué quieres que seamos?
–¿Una pareja?
Kyungsoo se para frente a Jongin, le toma por la cintura y le da un beso en los labios, se separan con dificultad, siente le han robado el aliento, pero puede decir –Me gustaría, mucho– Recibo un abrazo muy efusivo en respuesta a algo que anhelaba confirmar hace mucho tiempo.
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La relación ha evolucionado ,han ido desde las citas tomados de la mano acompañado por los tiernos besos, han llegado a las caricias furtivas por encima de la ropa y manos que fácilmente se deslizan por debajo de ella , besos apasionados que tocan los labios, la lengua, con dientes que chocan en la desesperación de algo más, la parte cumbre llegó una noche de película acompañada de un vino dulce, sentados en el mullido sillón, han olvidado la película y se centran en ellos dos, en toda la extensión llamada piel, la que cubre el pecho firme y los botones rosados, también aquella que cubre las largas piernas, incluso aquella que genera pudor al ser descubierta, las manos exploran, a veces acompañadas de la lengua, se combina de melódicos gemidos que un momento de desesperación se convierte en un grito que dijo: "hazlo". No fue necesario decir mas, los cuerpo hablaron.
No era la primera vez de ninguno, tal vez uno tenía menos experiencia que el otro, pero eso no importa porque la intimidad iba más allá de un orgasmo, era la sensualidad del tacto, el amor que emana del contacto, el placer de una lengua viajera, la entrega y la posesión es física y simbólica, pues no solo se entrega un cuerpo, se entrega el alma, la consumación es total, completa.
Después de perder la timidez del primer encuentro, se volvieron adictos uno a otro, la sala, la encimera de la cocina, la ducha y por supuesto la cama, eran testigos de la desbordante pasión.
KyungSoo solía admirar como el cuerpo ondulante de JongIn cuando este cabalgaba sobre él, su piel bronceada y perlado de sudor, su rostro sexi y travieso, sus labios mordidos con sensualidad, el ceño fruncido cuando iba a llegar a la cúspide del placer. Era un sueño pensar como alguien tan sensual se hubiera fijado en el.
JongIn pensaba que se había convertido en un adicto de la forma en que lo tocaba, no, la forma en que el bajito veneraba su cuerpo, su lengua viajaba por cada segmento de piel y a decir verdad, por cada recoveco, era difícil soportar la espera de todas las caricias, lo tenían casi siempre al vórtice, siempre sabía cómo y en donde tocar. Cuando por fin se entregaba, sentía un placer que nunca antes había experimentado con la misma intensidad, con dedos entumecidos, chispas en el estómago, falta de aire, la garganta seca, el grito que va desde las entrañas y se esparce por la silenciosa noche. Le gustaban las posiciones sexuales, ambos tenían una gran imaginación producto de la comodidad que la compañía les generaba, pero su favorita era cuando sentía el peso de Kyungsoo sobre él, mirándole con esos oscuros y profundos ojos, sentía que no solo penetraba su cuerpo, sino también su alma.
