DUDA (HUNHAN)

No esperaba...

Está emocionado como lo estaba hacía más de cinco años, cuando la esperanza de amar era un hecho y no una lejana posibilidad. No sabe lo que tienen, tiene miedo, duda, sabe que no es correcto, pero la situación es adictiva, le ha absorbido el juicio y la razón no atina a decidir.

Se apresura a ordenar todo, con prisa y algo de torpeza, ha despedido a todos los niños, sus manos tiemblan un poco anticipando los eventos, sus compañeros han notado el cambio que ha tenido los últimos días, sus dulces y tristes ojos avellanados ahora tienen un fulgor, le han preguntado si acaso está embarazado y el niega con prontitud, aunque siempre existe una posibilidad, está seguro que no, teme pensar en ello, no tiene pretexto, su esposo tiene demasiado tiempo que no lo toca, no tienen intimidad.

Solo esperan los minutos prudentes para que sus compañeros se hayan ido, podría decirse que vio caminar el segundero para acumular los minutos con tantas ansias que parecieron caminar con tanta lentitud como si estuviera en otra dimensión, el corazón pareciera que cambió de lugar, pues lo siente en la garganta. El tiempo por fin anda en su ritmo normal, su celular vibra en el bolsillo de su mandil, es la señal para salir. Camina de prisa a la salida, ahora cree que su corazón podría salir en cualquier momento su corazón por la boca.

Se da cuenta que aun lleva su delantal, se lo quita con brusquedad aventándolo desde la puerta del salón hacía al perchero pero se cae, no importa, ya mañana recogerá. Tiene prisa.

Sube al auto y lo recibe un sonrisa, una muy amplia, una que escasea con los demás pero con LuHan abundan. Una mano acaricia su rostro, se miran a los ojos y le da un beso ligero en los labios y en ese preciso momento el mundo se pierde, ya no hay dudas, al menos no por el momento.

El traje fino, las mancuernillas de oro contrastan con su abrigo desgastado. El único adornos valioso en las manos de LuHan es una pulsera hecha con cereal que Lim le ha hecho como regalo especial el día de hoy.

-Te extrañé.

-Sehunnie nos vimos ayer.

-Aún así te eché de menos.

LuHan sonríe y se tapa la boca con la mano, un poco avergonzado por como se arruga su rostro al reír, pero la felicidad le salta por los ojos. SeHun maneja todo el tiempo tomando de la mano a LuHan, han tenido encuentros clandestinos desde que se reencontraron , cuando lo llegó a ver a su trabajo hace dos meses. No se ven todos los días pues no es prudente, par el , para ambos.

Pese a que se vieron ayer ha insistido que se vean el día de hoy.

Al inicio solían visitar hoteles de paso, pero SeHun consideraba que era bastante irrespetuoso llevar a LuHan ahí, el lo ama, sin duda alguna, así que son clientes asiduos a una suite de hotel de mejor categoría, pero la última vez se toparon con un socio de la empresa de su padre , JunMyeon, el entraba con una deslumbrante rubia y solo le ha guiñado el ojo en complicidad. LuHan ese día estuvo muy asustado, pero SeHun le ha convencido que no lo delatará, pues sería exponerse a si mismo siendo que también es un hombre casado y su rubia no es su esposa, pero aun así es peligroso.

SeHun maneja a un vecindario no muy alejado del trabajo de LuHan, este tiembla un poco por miedo, en lugar de ir a un hotel como hacen desde unos meses lo lleva a un complejo de departamentos.

-¿Qué hacemos aquí?-LuHan voltea a todos lados con temor de que alguien reconozca a SeHun, después de todo no quiere que tenga problemas.

-Solo espera Lulu. -Le sonríe, pues le enternece que lo llame así, es tan...su pasado.

SeHun baja y le abre la puerta , LuHan sonríe siempre ante este detalle, desde que eran novios siempre fue un caballero. Con su esposo el siempre es el que maneja y suele seguirlo porque nunca lo espera, ya que sus pasos son mas cortos. No puede evitar pensar en ello.