Capítulo 8: Padres

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Izuku se encontraba en la habitación del rubio para hacerle compañía pues sus amigos habían sido mandados nuevamente a casa por orden de Bakugo. No podía atenderlo como medico pues su amigo de cabellos bicolor ya se hacia cargo de el.

"¿Como van tus clases con Todoroki?"

Se atrevió a preguntarle utilizando aquella libreta que estaba siendo usada para que pudiesen conunicarse con el rubio que no podía escucharlos y aun se le complicaba leer los labios de la persona

"Ese bastardo mitad-mitad es el peor maestro que he tenido en mi vida, pero ya aprendí un par de palabras"

Se acomodo en la camilla realmente era molesto estar allí pero debía reposar en él hospital al menos unos 4 o 5 meses antes de volver a su casa, y aun después de poder regresar a "su vida normal" debía continuar asistiendo al hospital para recibir rehabilitación para su pierna aue habia quedado gravemente herida en el accidente. Hizo una mueca pensando en esa situación ¿realmente podría volver a su vida normal? Todos esos días estando en el hospital se había mantenido tan tranquilo como podía, pero había un nudo de pensamientos pesimistas en su cabeza y es que ¿de verdad ahora podría solo con todo? Jamas busco la ayuda de nadie, el se esforzaba por solucionar sus problemas pero en ese momento su situación no era la mejor. Estaba tan profundamente hundido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que el chico de cabellos verdes le "hablaba" dando golpecitos en su hombro ni tampoco se dio cuenta cuando dos personas entraron a la habitación.

Repentinamente su rostro fue sujetado por unas manos pequeñas y logro visualizar el rostro de su madre frente a el, noto su ceño fruncido y el como sus ojos rojos como los suyos brillaban por lágrimas contenidas.

—Maldito mocoso, realmente estábamos angustiados...—

No podía escuchar ninguna de sus palabras pero con bastante dificultad logro entender lo que le decía por la cercanía entre ambos, su madre no tardó en abrazarlo mientras su padre esperaba pacientemente con un gesto apaciguado hasta que la mujer se separó de el y el hombre de cabellos castaños se acercaba a abrazarlo también.

Ambos adultos estaban totalmente angustiados por su único hijo quien estaba algo aturdido por los repentinos abrazos de los dos. El rubio paseaba su mirada entre ellos hasta que Todoroki entro a la habitación observando aquella escena con cierta curiosidad y a el no le quedaba mas que observar.

—Buenas noches, deben ser los señores Bakugo ¿verdad?—

—Puede decirme Mitsuki, y el es mi esposo Masaru, estuvimos de viaje. En cuanto contamos con señal telefónica nos informaron del estado de mi hijo—

—¿el de verdad no...puede escucharnos?—

El de ojos gris y azul hizo una expresión extraña ¿de culpa?¿pena?¿lastima? El rubio se acomodo en la camilla cerrando sus ojos no queria pensar en eso y en como seguramente sus padres la pasarían mal por su situación actual.

—Bakugo perdió completamente la audición, no hay un modo de que se recupere , sin embargo junto con mis colegas intentaremos...buscar una manera —

Sentenció con seguridad total mientras llevaba su vista hacia él chico aparentemente dormido sobre la camilla. Realmente comenzaba a sentir un inmensa necesidad de ayudarlo a recobrar su vida aunque muy dentro de el sabia perfectamente que no seria posible

—Muchas gracias doctor, por atenderlo y buscar una manera de ayudarlo...—

Mientras el castaño conversaba con el, la madre que era una copia exacta de Bakugo charlaba un poco con Midoriya que respondía sin dudar y con una sonrisa amable en todo momento.

Tras inspeccionar al cenizo y asegurar que estaba bien salio de la habitación para dejar a los padres solos con su hijo.

Realmente buscaría una forma de que Bakugo recuperara la audición aun si era prácticamente imposible.

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