Capítulo 14: Reprimiendo sentimientos

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Todoroki había estado pensándolo demasiado últimamente ¿realmente era bueno confesarle sus sentimientos a Bakugo ahora? ¿ahora que estaba vulnerable por su accidente, su pérdida de audición y por no poder volver a la pista? Había muchas dudas e inseguridades en su mente sobre sus sentimientos y sobre si era correcto el confesarle lo que sentía por el.

—Shoto, tendrás un nuevo caso en tus manos, por favor concentrate en el—

La voz de su padre le hizo volver a la realidad mientras asentía con la cabeza tomándo la carpeta en sus manos leyendo los papeles de su paciente, una chica llamada Momo Yaoyorozu que había tenido un accidente de cocina donde sin querer había caído aceite caliente en una parte de su cuello, el se haría cargo de su cirugía para colocarle una piel artificial, además de otros casos de importancia, bien debía concentrarse en ellos y no en su enamoramiento con Bakugo.

El chico se retiro de la oficina yendo primero a ver al cenizo para decirle que tendría unos próximos días muy ocupados, aunque aun seguiría haciéndole sus revisiones no podría ir a comer con él.

Bakugo estaba tranquilo leyendo un libro sin dejar de estar atento a la puerta, al final cerro su libro mirando fijamente al techo con una mueca

—¿deberia decirle que me gusta? —

Se regaño mentalmente por ser tan inseguro, pero es que había un nuevo miedo presente en su mente, ¿y si a Todoroki le daba asco que se hubiera enamorado de el? ¿o si le rechazaba por su ahora discapacidad? Sabia perfectamente que no podrían llevar una relación convencional, su problema de audición podría conllevar muchas responsabilidades y cuidados.

Sacudió su cabeza con frustración, el no era así, no se centraba en sus inseguridades. Salio de sus pensamientos cuando la puerta de abrió y una figura conocida para el estaba allí.

-Hoy viniste antes helado de fresa-

-Si vine a decirte algo Bakugo-

-¿y que es? Anda dime-

El bicolor se había dado cuenta que el mayor ya no le soltaba tantos insultos, incluso parecía ser algo más amable con él, apretó las carpetas en sus manos antes de decirle lo que lo tenia allí

-Tendré trabajo extra estos días, vendre a tus revisiones como siempre pero no podre comer contigo-

Vio un atisbo de tristeza en esos bonitos ojos rojos antes de que le respondiera

-Aja como sea, ve a hacer tu trabajo bastardo mitad-mitad, te veo para mis revisiones-

Se despidió con la mano del bicolor que antes de salí le dejo una leche de plátano en el buró y se atrevió a acariciar su cabello ante un atónito rubio.

El bicolor pensó si realmente estaba siendo buena idea el no confesarse. Suspiro estirando un poco su cuerpo antes de empezar con sus trabajos de ese día.

Por otro lado el rubio no salio de su pequeño trance hasta que su amigo Kirishima llego con un par de bocadillos en sus manos y le comenzó a hablar aunque el cenizo están en cualquier otra parte menos en la habitación donde su parlanchín amigo contaba un par de cosas a base de señas que ya había aprendido bastante bien.

Ambos chicos pensaban en el echo de que quizás reprimir sus sentimientos era mejor para el otro, ¿realmente lo era?

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