Capítulo dos

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JORDAN

Hoy me había levantado con un raro sentimiento en mi pecho, no sabia la razón pero por un lado era agradable, así que lo deje pasar sin darle mucha importancia.

Ya estando en la comisaria comencé a sentirme algo incomodo y nervioso, parecía que el aire comenzaba a faltar haciendo que comenzara a hiperventilar, estaba totalmente sofocado, así que sin importarme mucho el trabajo salí del lugar para tomar algo de aire fresco sin esperar lo que me sucedió.

Sentí el aroma mas delicioso que halla olido jamas, era una perfecta mezcla entre rosas, chocolate y madera, así que con un gran apuro y el corazón a punto de salirse de mi pecho me dirigí casi corriendo en dirección de aquel maravilloso aroma, que estaba mas que seguro, era de mi alma gemela.

Estando a tan solo unos pasos, volví a abrir los ojos pues los había cerrado por puro instinto y me quede totalmente estático, podía observar a una mujer de espaldas, y que decir, que espalda, tenia el cabello castaño largo y algo ondulado, una chaqueta de cuero negra llena de diferentes pines, unos pantalones azul oscuro que se ajustaban perfectamente a sus tonificadas piernas junto a su apetitoso y gran trasero, y unas zapatillas bajas que al parecer nunca se quitaba pues estaban algo gastadas.

Literalmente, era la mujer mas perfecta y hermosa que había visto jamas, y eso que solo la vi de espaldas.

Como la vi algo perdida decidí ignorar mi instinto de marcarla como mía, y hacer mi presentación como una persona normal, una que acababa de conocer a su alma gemela y ya la quiere estampar contra la pared y demostrarle todo lo que estaba causando en mi y mis pobres pantalones, que en estos momentos, comenzaban a incomodar.

-Señorita, ¿se encuentra bien?- le dije tratando de que mi voz no suene tan ronca y mi estado no se note tanto

-Si, solo que estoy algo perdida- me respondió la voz mas delicada y preciosa que jamas había oído para luego voltear y dejarme sin aliento, era la mujer de mi vida sin duda alguna, su piel era suave a la vista y de un leve tono bronceado, sus ojos de color café brillante me hipnotizaron por completo, siendo acompañados por unas largas y rizadas pestañas, una nariz pequeña que la hacia ver adorable y los labios mas perfectos que me dan ganas de besar todo el santo día hasta dejarlos rojos eh hinchados, aparte de tener una figura definida pero a la vez pequeña, sus pechos notablemente redondos me estaban volviendo loco

-Si quiere, yo podría llevarla, soy oficial de policía- le dije regalándole una sonrisa de lado de forma coqueta logrando que pestañeara rápidamente dejando de mirarme por unos segundos

-Claro, se lo agradecería señor- me dijo luego de unos segundos y dejándome ver la diferencia de edades, ella parecía una jovencita de entre dieciséis y diecisiete años mientras que yo tengo veintiocho, pero esto en vez de disgustarme, me pone mucho mas, amaría escuchar de sus labios un adorable "papi" dirigido solo y exclusivamente para mi

-Parrish, Jordan Parrish pequeña- me presente y sin poder contenerme comencé a caminar en su dirección sin parar de ver sus preciosos ojos notando como se ponía algo nerviosa

-Yo soy Sam- me dijo viéndome fijamente y haciendo que una sonrisa de satisfacción comenzara a aparecer en mis labios

-Hermoso nombre- le dije y vi como un casi nulo sonrojo aparecía en su rostro haciéndome sentir muy bien, es increíble tener ese efecto en tu pareja

(...)

-Muy bien pequeña, hemos llegado a tu destino- le dije de forma graciosa a mi pareja en cuanto llegamos a la escuela, pues me conto que era nueva en el pueblo y como no conocía el lugar, me ofrecí a traerla a la escuela

-Muchas gracias enserio, no se como agradecerte- me dijo con alivio y una sonrisa agradecida, pero al parecer no tomo en cuenta sus ultimas palabras, de las cuales yo, voy a sacar provecho, y mucho

-Tal vez con una cita- le respondí con media sonrisa mientras veía como en su rostro la sorpresa aparecía junto con un adorable pero mínimo sonrojo

-¿Una cita, nosotros dos?- me dijo mientras se ponía una mano en su nuca y me miraba de reojo

-Si, después de todo, somos almas gemelas, ¿no pequeña?- le dije mientras tomaba una de sus manos y la entrelazaba con la mía haciendo que una corriente eléctrica me recorriera toda la espina dorsal y estoy seguro de que ella sintió lo mismo pues me vio con los ojos brillando, y se perfectamente que a mi me paso igual que a ella

-Esta bien- me dijo y pude identificar algo de timidez pero también felicidad en su voz haciendo que mi sonrisa se agrandara a tal punto de que me dolían las mejillas

-Perfecto, vendré a buscarte luego de clases para llevarte a tu casa, claro si a ti te parece- le dije siendo lo mas caballeroso que pude pues aun tenia un gran y molesto problema en mis pantalones, pero al parecer ella no se dio cuenta

-Claro, bueno ya me voy, adiós Jordan- me respondió para luego con algo de duda dejar un pequeño pero delicado beso en mi mejilla haciéndome sentir en el cielo para luego ella bajar del auto y dejarme como un bobo mirándola caminar hasta que desapareció de mi vista y un gruñido de satisfacción saliera de mis labios, si ella supiera como me puso tan solo con dejarme apreciar su figura

(...)

SAMANTHA

No podía creerlo, había conocido a mi alma gemela y no podría estar mas contenta, aparte de ser muy guapo y un caballero, tenia un aire seductor y galante que me volvía loca, pero también note que era un poco pervertido, puede que me hiciera la tonta, pero esa gran montaña, no podría haber pasado desapercibida por nadie.

Así que cuando me baje del auto moví un poco mis caderas al saber que me estaba viendo, pero no tanto como para que piense que lo estaba provocando, aunque técnicamente, así sea.

En cuanto entre a la escuela habían muy pocos alumnos así que intuí que aun era algo temprano, así que luego de preguntarle una chica muy agradable por donde quedaba la dirección, y luego de terminar con todo el papeleo, me decidí en buscar mi casillero pero antes me dirigí al baño, quería mojarme un poco la cara, pues al pensar en Jordan sentía como el calor me subía hasta llegar a mis mejillas, y no quería estar roja al momento de presentarme a la clase.

En cuanto entre todo estaba en silencio así que con mas confianza deje mi mochila de lado y abrí el grifo para mojar mi cara, pero ni siquiera pude mojar mis manos pues escuche como la puerta de la entrada al baño era abierta y luego cerrada con brusquedad para luego sin saber como, me encontraba sentada sobre el lavamanos con una chica metida entre mis piernas mientras me abrazaba fuertemente por la cintura y su rostro se encontraba en mi cuello, en donde parecía ¿olfatearme? mientras dejaba uno que otro beso haciéndome estremecer, y fue ahí en donde sentí como el punto de mi muñeca me comenzaba a picar

¿Acaso ella también era mi alma gemela?

-¡Malia, suelta a mi alma gemela ahora!- escuche la voz fuerte y demandante de un chico que apareció de la nada casi tirando la puerta siendo seguido por un pecoso con la boca abierta hasta el suelo al ver la extraña escena

Pero eso no seria tan preocupante, mi marca en el estomago y la de mi antebrazo también comenzaron a picar, no me digan, ¿cuantas almas gemelas mas me faltan conocer el día de hoy?

𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞𝐬; teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora