—¡Sorpresa! —exclamaron entusiastas dos chicas que Ryujin desconocía.—... —el mono observó a ambas chicas con detenimiento, tal vez no debió abrir la puerta en primer lugar. Yuna le había dicho que se quedara en la cocina.
Una chica de mirada gatuna le sonrió pero se ocultó rápidamente detrás de la pelirroja que se quedó estática, sin intención de ingresar al departamento.
—Yuna desde cuándo te convertiste en... —se atrevió a romper la tensión del ambiente la pelirroja, quien dio un paso hacia adelante. Claramente, ella estaba bromeando pero Ryujin supone que le daría un ataque si ella le contestara como humana siendo un mono ahora.
«Ahora entiendo por qué Yuna me pidió que no hablara», pensó.
Ryujin optó por dar dos pasos hacia atrás y abrir más la puerta para darles a entender que podían pasar, después de todo, se veían inofensivas.
La chica de mirada gatuna se sorprendió por el gesto y la pelirroja pasó primero, se paró frente al mono y le sonrió.
—Se ve muy tierno, ¿se dejará acariciar? —preguntó la pelirroja hacia la chica de mirada gatuna, que por cierto, traía un mechón fucsia en su cabello que era lo suficiente llamativo.
—No lo sé, por las dudas no lo hagas —aconsejó la chica, el temor de que el animal reaccionara agresivo ante ellas la alarmaba.
—Mm... dudo que Yuna tenga un animal que no se deje acariciar —dijo la pelirroja, tratando de buscar una excusa para darle un mimo en la cabeza al monito que las miraba atentamente.
«Este hechizo está pareciendo cada vez más una maldición», volvía a pensar Ryujin, no muy fan del afecto físico viniendo de desconocidos.
—¿Puedo acariciar tu cabecita? —preguntó la pelirroja con una voz adorable, irónicamente, a Ryujin le pareció tierna, y para qué negarlo, ambas chicas se veían súper lindas pero ese no era el punto. El mono terminó asintiendo con la cabeza, sorprendiendo a las otras dos.
«Yuna no me permitió hablar pero no me dijo nada sobre cómo actuar», pensó con suficiencia.
—¿El mono entendió lo que quise decir? —se sorprendió la pelirroja, antes de que empezara a acariciar su cabeza, el grito de Yuna se hizo presente:
—¡Ryu, te dije que te quedaras en la cocina! —la menor se acercó corriendo hacia sus invitadas y el mono, tomó éste entre sus manos y lo alzó para cargarlo, cerró la puerta y se giró para notar a sus otras dos amigas atentas a cada una de sus acciones.
—¿Desde cuándo tienes un mono, Yuna? —la chica de mirada gatuna cuestionó, mirando con curiosidad al mono que se mantenía abrazado al cuello de la menor.
—Ah, ella... —la pelinegra miró a Ryujin y compartieron una mirada de advertencia entre ambas— Es de mi amiga, ya saben, la que se hospedó aquí hace dos días... tres —aclaró, Ryujin no estaba en contra de la información que estaba dando así que solo esperó la reacción de las demás.
—¿Y cómo se llama? Se ve súper adorable, y eso que no soy fan de los monos, debo admitir —confesó la pelirroja, mirando con ternura a Ryujin, quien si no fuera un animal ahora mismo, hasta diría que esa mirada la pondría tímida.
—Ryujin.
«¡¿Qué?! ¡¿Cómo vas a decirles mi nombre real?! ¡¿Estás loca, Yuna?!», pensó escandalizada Ryujin, pellizcó el cuello de la menor haciéndole notar su desacuerdo.
—¿Ryujin? ¿Qué así no se llamaba tu amiga que se hospeda aquí? —preguntó esta vez la chica de mirada gatuna.
—Eh... sí, o sea, Ryujin no le puso un nombre a su mascota porque en realidad ella recién la adoptó cuando vino aquí así que... —Yuna miró al techo, tratando de encontrar una excusa ya que era evidente que la había cagado. Ryujin retuvo el impulso de rodar los ojos— La cosa es que la dueña me dijo que la trataramos como una humana porque con el poco tiempo que ha estado aquí, hemos descubierto que le gusta ser tratada así, es muy limpia, y le decimos Ryujin a ella también porque todavía no sabemos qué nombre ponerle.
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ADOPT A MONKEY! ; Jinlia
FanficYuna no para de utilizar stickers de monitos adorables en Whatsapp, las chicas están acostumbradas a esto, pero una de ellas está empezando a encapricharse con la idea de tener uno... -Chicas, quiero que me ayuden a conseguir un monito para cuidar...