ADOPT A MONKEY! ; Jinlia

08

Yuna se encontraba colocando un gel congelado sobre el pelaje de la espalda del pequeño mono, quien parecía no dejar de llorar por la adolorida caída.

—Lo siento —volvía a disculparse por tercera vez la menor, sabía que Ryujin solía exagerar sus reacciones para obtener algo a cambio, pero ver ese gesto en su versión adorable tocaba parte de su sensibilidad—. No llores más, pequeña Tuk —dijo con una voz suave que delataba la empatía que sentía por el pequeño animal, la cargó cual bebé y empezó a darle caricias mientras la movía suavemente de un lado a otro.

—Bueno —contestó simplemente Ryujin, dejando su actuación a un lado. Yuna la separó de su cuerpo y la miró con ojos aburridos.

—A veces olvido que eres tú —bromeó, aunque, habían momentos que así era, pues lo adorable no parecía que se le fuera a ir de la noche a la mañana y menos si seguía siendo un mono.

Ryujin le sacó la lengua pero luego hizo una mueca de dolor.— Sí bueno... igual me duele horrible la espalda —dijo, sosteniendo el gel congelado lo mejor que podía—. De haber sabido que Lia no podía verme me habría ahorrado este golpe.

Yuna comenzó a reír al recordarlo, ahora que ya no había "peligro alguno" podía dejarse llevar por la gracia de lo ocurrido. Recibió uno de los tantos golpes de su mejor amiga y decidió darle fin a su risa.

—Ya, perdón —una cuarta disculpa debía ser suficiente—. Dios, si la situación hubiera sido otra juro que no habría podido aguantar la risa.

—Tal vez es tu turno de probar el candelabro —quiso retar Ryujin a la menor, quien rápidamente negó con la cabeza mientras se servía un vaso de Coca-Cola. 

—Paso.

—Eres cruel —soltó el mono, haciendo un puchero tratando de conseguir el que Yuna se arrepintiera de su burla.

—Espejito rebotín —dijo, levantó la palma de su mano y la mantuvo frente a ella para dar énfasis a su frase infantil. Dio otro sorbo a su bebida antes de escuchar la risa de su mejor amiga.

—Está bien, ganaste —el mono rodó los ojos.

El ruido de una notificación sonó en ambos celulares, Yuna decidió sacar el suyo mientras le daba un último trago a su bebida, terminándola. Por otra parte, Ryujin se levantaba del sofá del livin para buscar entre la mesita su propio móvil, cabe mencionar que aún sostenía el pequeño gel congelado contra su espalda.

Volvió a su asiento y se acomodó una vez lo tuvo en sus manos para leer la tan esperada notificación.

Ryujin miraba los números no agendados hablando dentro de ese grupo donde solo reconocía a Yuna ya que era su único contacto guardado.

Por todo el inesperado momento de hacía unos minutos, había olvidado por completo que la menor la agregó al grupo en el mismo instante en que Lia le reclamó por ello. Una tonta sonrisa se dibujó en su rostro antes de leer los mensajes.

+1 418####### -Yeji:

¡¿Quién osa interrumpir en el reino de Yeji?!

+1 418####### -Chae:

¿Osa? 🤔

baka yuna🤪

JAJAJAJA

Qué reino el tuyo, está completamente descuidado

Literalmente cualquiera puede entrar, acabo de agregar a una completa desconocida 👀

Ten más cuidado la próxima, unnie

+1 418####### -Jisu🥰: