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—Y ésta ahora es la habitación de Ryujin.

Yuna y Lia se la habían pasado hablando durante toda la tarde, la castaña-rubia le contaba lo aliviada que se sentía de haber podido graduarse finalmente y de lo emocionada que estaba porque ahora podía estar con sus amigas en un mismo país, también la idea de conocer a Ryujin e integrarla al grupo con ellas le sonaba emocionante pero quiso hacer un esfuerzo por evitar demostrarlo de más. Yuna, mientras tanto, tuvo que morder su lengua en varias ocasiones, pues quería contarle todas las locuras que habían sucedido hace solo cuatro días pero debía reservarse todo, por mucho que le gustara, tal vez solo crearía más problemas... además de que posiblemente su unnie no le crea y termine llamando a un psiquiatra ante su fantasiosa revelación.

Y sí, lo mencionamos mucho pero en su punto más realista, es como realmente ellas reaccionarían. Claro, solo escuchando la historia sin ningún tipo de prueba, posiblemente, si supieran que Tuk habla y que es la tan mencionada Ryujin, Yuna imaginaba que habría una infinidad de escenarios donde alguna se desmayaba, un posible paro cardiaco o un estado de shock del cual costaría sacarlas sin antes descender a la locura.

Bueno, eso es lo que la menor pensaba...

—¿Estás segura de que a Ryujin no le molestará que estemos en su habitación sin su permiso?

—Es mi habitación y se la estoy prestando —bromeó Yuna, haciendo un gesto de diva en el proceso, aunque lo que había dicho era técnicamente cierto—. A Ryujin no le molesta, si estuviera todo desordenado ahí sí prohibiría que entre alguien pero no es el caso porque limpié ayer —dijo la menor con despreocupación, cerró la puerta de la habitación y se sentó en la cama.

Claramente, había sido su idea el entrar a la habitación de Ryujin, tal vez Lia fuera lo suficiente curiosa como para cuestionar las cosas que habían allí y quisiera saber más sobre ella...

Esperaba no estarse apresurando, no obstante, no parecía darse cuenta de que así era ya que en cuestión de una media hora después estaría llamando a Chaeryeong para que trajera a Ryujin con ella y Lia.

—¿Qué te parece su estilo de decoración? A Chae y Yeji les pareció interesante...

Su unnie dio una mirada alrededor tratando de buscar las maneras para expresar su opinión.

—Creo que encaja con ella —respondió, como si realmente supiera que era así—. O sea, no la conozco pero no sé por qué creo que esto era esperable para mí, solamente esperaba que éste fuera su estilo —se aclaró rápidamente, una sonrisa torpe se dibujó en sus labios luego de acompañar a Yuna en la cama y sentarse a su lado.

La pelinegra quedó pensativa por unos minutos, Lia casi preocupándose aunque sabía que no debía pues no había dicho nada extraño, para su alivio, Yuna volvió a recuperar su atención y le sonrió con un asentimiento. Se levantó de la cama y con seguridad fue a buscar el peluche favorito de su mejor amiga, lo tomó y aunque una duda cruzara en su mente antes, fue hacia donde la castaña-rubia para mostrárselo.

—¿Y eso? —la mayor no tardó en cuestionarle al ver el peluche, que ahora le resultaba vagamente familiar.

—Un wdzy —dijo con indiferencia Yuna, tendiéndole el peluche de Ryujin mientras trataba de encontrar alguna reacción interesante en su unnie—. Éste es el favorito de Ryujin, es un mono —no quiso arriesgarse nuevamente a hacer mención del nombre de éste, por lo que en esta ocasión evitó hacerlo temiendo que la magia volviera a interferir en cada una de sus palabras.

Lia lo observó con detenimiento y ligera curiosidad, después de unos segundos, pareció unir las piezas restantes del recuerdo vago en su mente.

—Es el mismo que sostenía el monito de los stickers que me enviaste —recordó con orgullo, acarició el objeto con delicadeza puesto que le dio ternura el modelo de éste—. Debe ser una marca de peluches muy comprada —llegó a esa conclusión la mayor de allí.

ADOPT A MONKEY! ; JinliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora