Capitulo 2

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 CONFESIONES

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. CONFESIONES.

¿Estás bien? — me preguntó la maestra después de ver un rasguño que tenía en el brazo.

-Si estoy bien. — le conteste.

-¿Y tú On-jo? — preguntó la maestra pues ella también tenía un rasguño pero un poco más grande que el mío.

-Si, solo duele un poco — contestó.

Estábamos en la enfermería con Hyeon-ju pero ella se quería soltar y quería mordernos pero al tratar de detenerla a On-jo y a mi nos rasguño.

-Sujetenla, la inyectare — Dijo la doctora y la sujetamos.

Después de un rato bajamos a Hyeon-ju por qué la ambulancia ya había llegado, pero ella ya estaba mas calmado por la inyección que le había puesto la doctora.

-Sun-Hee y On-jo, vengan les tienen que limpiar esa herida — nos dijo la maestra — Isak regresa al salón y no digas nada.

El papá de On-jo me limpió la herida y me puso una venda en el brazo cuando ya estaba lista me despedí de él y me fui con Suhyeok y la maestra para que On-jo hablara con su papá.

-Pobre de Hyeon-ju — le dije a Suhyeok.

-Lo se, espero y se mejore — Suhyeok me contestó.

-Maestra, por favor cuidela — el papá de On-jo dijo llegando con nosotros — Dada la situación no puedo quedarme.

-Si está bien — dijo la maestra.

Y el papá de On-jo se subió a la ambulancia para irse.

-Muchas gracias por su ayuda, volveré al aula pronto, así que de momento no se lo digan a nadie ¿Si? — nos dijo la maestra y nosotros asentimos — vuelvan al salón.

Caminábamos al salón Suhyeok, On-jo y yo en silencio hasta que Suhyeok hablo.

-¿Están bien? ¿Las mordió? — nos preguntó.

-No, solo fue un rasguño — contesto On-jo.

-Si solo fue eso — le dije y vi que On-jo se soltaba el cabello.

Yo sabía que a On-jo le gustaba Suhyeok, ella me había dicho porque un día que estaba en su casa e Isak no pudo ir porque estaba enferma me dijo que me diría quien le gustaba con la condición de que yo le dijera quien me gustaba a mi, Así que yo le termine diciendo que me gustaba Cheong-san y ella Suhyeok y teníamos que guardar ese secreto.

-Oye, ¿porque querías que nos viéramos en la azotea? — le pregunto Suhyeok a On-jo.

-¿Qué?

-Dijiste que querías verme después de comer.

-Mmm, yo tengo que irme — les dije para dejarlos solos y pudieran platicar.

-No, quédate aquí — me dijo On-jo agarrando mi mano para que no me fuera.

- ESTAMOS MUERTOS -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora