Capitulo 3

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Nunca se les hizo raro que Hinata y Kageyama estuvieran juntos, pero últimamente es diferente, la vibra que emiten al estar juntos no dice "rivalidad amistosa" si no que hay más..., y ellos lo sabían.
Hinata a pesar por lo que estaba pasando en casa, no pudo evitar sentir esa cercanía con Kageyama.
Mientras que Kageyama no quería aceptar que su primer amor sea un chico.
Los dos sabían que sentían lo mismo pero no sé atrevían ni mencionar el tema, es por eso que todos los integrantes del equipo empezaron a darce cuenta de que ya no era una rivalidad amistosa lo que había entre esos dos, y es por eso que decidieron entrar en acción.

Suga y Daichi voltearon a verse y asintieron al mismo tiempo, para después empezar con el plan, mientras que los otros ya preparados, esperaban la señal para empezar a hacer su parte.

-Suga, hoy no podré cerrar el gimnasio ya que surgió algo urgente en casa, ¿Crees que tu?-
Daichi es interrumpido por Sugawara ya que sigue su parte del plan.
-¡Lo siento Daichi, yo no lo puedo cerrar! También me pidieron que vaya temprano a casa por el cumpleaños de mi madre ¡Lo siento!
Hinata y Kageyama confundidos por la situación se acercan a Daichi y a Suga, preguntando si había algo mal, mientras que los de segundo se acercaban a ellos con su papel de "indignados".

-No, no los voy a dejar cerrar.
Dijo Daichi al instante después de ver a los de segundo acercándose, haciendo que estos se alejen aún más "indignados".
-Hinata, Kageyama, confío en ustedes, así que por favor cuiden la llave y cierren cuando se retiren de la escuela, por favor.
Daichi al decir esto hace la entrega de la llave a los dos chicos antes mencionados.
Para después ver a estos dos viéndose fijamente con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡¡¡Si!!!
-¡¡¡Si!!!
Gritaron Hinata y Kageyama haciendo un gran eco en el gimnasio.

Minutos después, ya era la hora de salida para los demás para así dejar a los dos pequeños cuervos solos y que pase lo que tenga que pasar.

El gimnasio se podría decir que no estaba completamente solo ya que dos chicos reían, jugaban y gritaban sin parar, Hinata quería aprovechar esto, pero primero que nada quería saber algo antes de dar ese gran paso.

-Oye Bakayama....
Dijo Hinata, llamando la atención del otro completamente.

-¿Mmm?
Contestó al instante después de ser mencionado.

El silencio que se hizo no fue más de cinco segundos, pero se sintió como si los años pasaban y ellos seguían ahí, sentados en el piso frío de madera, mientras miraban el gran techo del gimnasio, sus corazones coordinaban sus latidos mientras que eso era lo único que se escuchaba en ese silencioso gimnasio.

Hasta que las leves palabras de Hinata llegaron a los oídos de Kageyama haciendo ese cosquilleo inexplicable que sentía al escucharlo.
-¿Que piensas de mi?
Pregunto Hinata, mientras volteaba a ver a Kageyama esperando su respuesta.
-¿A qué viene eso?
Contestó después de un corto silencio, haciendo que Hinata con cabizbaja conteste al instante pero algo nervioso.
-No lo sé, solo quiero saber..
Hinata sin la valentía suficiente para enfrentar a Kageyama, siguió viendo el suelo mientras jugaba nerviosamente con su camisa esperando la respuesta del otro.

Pero en vez de recibir una respuesta, recibió una carcajada por parte de Kageyama, haciendo que Hinata confundido volteé a verlo, preguntándose a sí mismo ¿Que era tan gracioso, para que lo hiciera reír de esa manera tan....linda?
Para después recibir una respuesta clara.

-Pues siendo sincero, eres agradable, nunca pensé que haríamos un excelente equipo en el Vóley, y me alegra ver qué no eres tan tonto como yo lo imaginé, aparte de que gracias a ti soy más abierto con respecto a mis sentimientos y es por eso que te doy las gracias, también me gusta tu cabello.
Kageyama solo diciendo lo que pensaba del pelinaranja mientras que esté se moría de la vergüenza y felicidad al mismo tiempo, haciendo que Kageyama logré sonrrojarlo al punto de que parezca un tomate.

-¿Te sientes bien?
Pregunto Kageyama al ver al pelinaranja tan rojo.
-¡S-Si! Creo que ya deberíamos irnos
Contestó Hinata al instante, mientras se paraba rápidamente y tomaba sus cosas para irse.
Kageyama confundido solo asiente con la cabeza y toma sus cosas para irse junto con el pelinaranja.

Al ya salir del gimnasio y cerrar con su respectiva llave, los dos chicos caminaban bajo el hermoso atardecer que el cielo les ofrecía, mientras que les daba la orden que la noche llegaría, para así cubrir el cielo con una lona obscura que solo la iluminaba la luz de la luna y las estrellas.
Pero aquellos dos chicos caminaban lento, tratando de seguir disfrutando de ese momento.
Minutos después, Kageyama y Hinata tenían que despedirse ya que sus casas nunca estuvieron cerca del uno con el otro, pero por más que quisieran, no las podían mover con sus manos.

-Nos vemos mañana.
Dijo Kageyama poniendo su mano sobre el cabello de Hinata, mientras lo revolvía un poco.
-Si que es suave.
Dijo Kageyama mientras ponía su otra mano en el cabello de Hinata, haciendo que este se sonrroje por ello.
-¡Ya cállate y vete!
Contestó Hinata entré carcajadas alejando las manos de Kageyama de su cabello, haciendo que este ría levemente y se retiré de ahí, dejando a Hinata solo en la carretera.

Minutos después de lo sucedido, Hinata llega a la casa de su tía para recoger a Natsu, pero está le cuenta que que su madre vino a recogerla hace una hora, mientras que Hinata un poco confundido se despide de su tía, para después ponerse en marcha e ir hasta su casa.
Casi una hora después de un largo camino, llega a su destino, guarda su bicicleta y toma las llaves para entrar a casa, al entrar se da cuenta que los zapatos de su madre y su bolsa no se encontraban ahí, pero sí los de otra persona, el olor a licor inundaba la casa completamente, mientras que en el fondo se escuchaba la regadera abierta, alguien estaba en el baño, pero Hinata no solo escucho eso.
Unos leves sollozos provenientes de la habitación de su madre, era lo que escucho, Hinata preocupado, corrió hasta la habitación, para así encontrarse con algo que lo marcaría de por vida.
Su hermanita desnuda en la cama llorando en silencio, su ropa estaba rasgada y había sangre en el colchón, Hinata solo comenzó a llorar mientras se echaba toda la culpa a sí mismo, mientras el pasaba un momento que solo sucedía en sus sueños, su querida hermana era violada por el asqueroso hombre que su madre había traído a la casa llamándolo "su novio", Hinata entra en la habitación con lágrimas en los ojos y carga lentamente a Natsu en sus brazos haciendo que ella se de cuenta de la presencia de su hermano, así abrazándolo con fuerza, mientras que Hinata solo sentía como su hermana temblaba sin parar.
Rápidamente Hinata vistió a Natsu, tomo un poco de ropa suya y de su hermana, para así irse de aquella casa, aquella casa que solo se había convertido en un infierno para los dos.

Un recuerdo de ti   [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora