Gotitas de Dolor: WEP Angstruary 2022

Día 6: Break Up/Ruptura

Sexto día del reto #Angstruary

Tema: Break Up

Neiru x Ai

✷✷✷

—Entonces, ¿hasta aquí llegamos? —inquirió Ai con una extraña sonrisa que parecía más una mueca de dolor.

—Sí, así es. —afirmó la castaña de lentes con una expresión fría y neutral—. Es lo mejor para ambas, ¿no lo crees?

—Claro... —se detuvo. Iba a decir algo más, pero sentía que la voz no le salía—. E-Estoy...de acuerdo contigo... supongo... —haciendo un esfuerzo enorme, Ai se abstuvo de llorar—. Adiós, Koito.

Y, sin decir nada más y tampoco esperar respuesta alguna por parte de su, ahora exnovia, Ohto se levantó y, haciendo una pequeña y rápida reverencia, abandonó la casa de Koito.

Al salir a la calle, las ganas de llorar se hicieron más fuertes, punzantes e incontenibles. Sin pensarlo, apretó los dientes como un reflejo, debía mantener las lágrimas a raya y evitar que cualquier pequeña lágrima escapara de alguno de sus ojos.

Tras unos segundos de meditación, la chica tomó una decisión. Sabía a dónde tenía que ir. No hacía falta que tomara el autobús ya que el lugar estaba muy cerca de allí.

Por eso, en algunas ocasiones, solía pasar el tiempo en aquel sitio cuando salía temprano de la universidad y debía esperar a que su novia, llegara para pasar tiempo juntas en casa de ella.

—¿Novia? —preguntó en voz alta con muy marcada amargura en su voz—. ¿Cuál novia?

Luego, sin pensar en nada más, Ai echó a correr.

✷✷✷

Neiru revisaba y gestionaba algunos asuntos con respecto a las finanzas de la empresa en la pequeña laptop que tenía en la oficina, cuando Misaki Tanabe, su asistente, la llamó por el intercomunicador que se hallaba en su escritorio.

—La señorita Ohto Ai está aquí, Aonuma-sama... —al escuchar ésto, el corazón de Neiru dió un buen respingo—. Y, déjeme decirle algo más... —comentó ella en baja voz.

—¿De qué se trata? —quiso saber la morena.

—La señorita Ohto no se ve para nada bien... —opinó la diligente secretaria en tono confidencial.

Al escuchar ésto, Neiru hizo un pequeño ruidito con la garganta mientras meditaba a gran velocidad. Imaginaba muy bien lo que estaba pasando. Todo aquello no era más que la crónica de una muerte anunciada.

«Así que, al fin ocurrió, ¿eh?», pensó Neiru con un suspiro.

Tarde o temprano tendría que pasar y éso era algo de lo que ella había estado segura desde un principio. Incluso, en algún momento, llegó a decírselo a su amiga. Pero ella, tan terca y testaruda como siempre, no la había escuchado.

Y ahora...

—Hazla pasar. —fue su respuesta.

—Como guste, Aonuma-sama. —y la comunicación se cortó.

Sin perder tiempo, Neiru cerró la computadora y se levantó de su silla para luego caminar en dirección a la puerta.

Debía consolarla, ése era su deber como amiga y confidente. Tal vez, si podía cuidar de ella y curar su maltratado corazón, acabarían llegando a algo más. Quién sabe.

Por los momentos sería solo su amiga, un buen paño de lágrimas que la escuchara y le dedicara toda su atención...

Fin