Narra Danielle
Me desperté aquella mañana con el sonido de la alarma y, tras desayunar y asearme, me vestí con una sudadera corta blanca, unos pantalones de chandal blancos a juego, mis Converse y una mochila pequeña y, tras peinarme, me dirigí a Comisaría.
Estuve en recepción tramitando denuncias hasta que, en cierto momento, mi padre se fue a atender un Código 3 y yo aproveché para escabullirme hacia su despacho.
Una vez ahí, puse en su ordenador las cámaras de recepción para saber si venía y me puse a rebuscar entre sus documentos y carpetas en busca de la "E" de "Evans".
Tras buscar durante un rato, al fin encontré todos los documentos en el que salía el nombre de Michelle Evans, así que tomé una libreta y apunté todo lo que consideré relevante para mis planes de venganza.
Una vez tuve todo apuntado, guardé los documentos y, tras quitar del ordenador las cámaras de recepción y guardar la libreta en, salí del despacho y me dirigí a recepción justo a tiempo, pues mi padre cruzó las puertas de Comisaría en ese mismo momento.-Qué tal el Código 3??- Pregunté para disimular
-Mal, los hijos de puta han escapado- Respondió mi padre malhumorado dirigiéndose hacia su despacho
Yo seguí trabajando en recepción mientras mi mente estaba distraída pensando en la cruel venganza contra Michelle, ella iba a morir, la iba a matar así como ella mató a mi madre, una vida por otra vida.
Cuando terminó mi turno, me cambié para ponerme la ropa con la que vine y me fui a dar un paseo.
Mientras paseaba, pensaba en mi venganza, Michelle lo iba a pagar caro.
Iba tan inmersa en mis pensamientos que crucé la calle sin mirar y un coche casi me atropella.-APARTA, COÑO!!- Gritó el conductor, era el mismo rubio de la otra vez
-Tú otra vez??!! A mí me hablas bien, entendiste??!!- Le grité con rabia
-Te llevamos a alguna parte?? Lo digo porque, si sigues cruzando así de distraída y sin mirar, te vas a acabar matando- Sugirió el rubio aguantando la risa
Bufé desganada y me subí al coche por la parte trasera con cara de pocos amigos.
Ellos fueron bromeando todo el camino y, al final, acabé riéndome con ellos.
Sin embargo, su manera de reír se me hacía conocida, sentía que ya había visto a alguien con una manera de reír parecida y, sobre todo, una sonrisa parecida, pero decidí dejar eso de lado, serán imaginaciones mías.
Antes de que me pudiera dar cuenta, el rubio estaba aparcando frente a un bar.-Qué hacemos aquí??- Pregunté extrañada
-Te hemos traído para que te diviertas un rato, que tienes una cara de amargada que no puedes con ella- Soltó el rubio
-GUSTABO!!!- Le riñó el chico con cresta que estaba de copiloto, con que el rubio se llama Gustabo, trataré de recordarlo
-Qué?? Es cierto, tiene la misma cara que el viejo decrépito la mayor parte del tiempo- Respondió Gustabo
-Quién es el viejo decrépito??- Pregunté con curiosidad
-Conway- Respondió Gustabo, a lo que yo solté una pequeña risa, me hizo gracia lo de viejo decrépito
-Osea mi padre, vamos- Dije y ambos se giraron hacia mí mirándome con los ojos como platos
-Ostia, que Conway es tu padre??!- Exclamó Gustabo pálido
-Sí, pero tranquilos, no diré nada sobre lo de "viejo decrépito" jajaj- Respondí riéndome
-Me cae bien esta chica- Dijo el crestas- Yo soy Horacio, encantado
-Igualmente, yo soy Danielle- Respondí amablemente
-Bueno, a qué estamos esperando?? Vamos a entrar al bar a tomar algo- Dijo Gustabo
Entramos al bar todos juntos y pedimos unos refrescos mientras charlábamos animadamente y el tiempo pasó tan rápido que, cuando me quise dar cuenta, ya era tardísimo y tenía una llamada perdida de mi padre.
-Chicos, hay que irnos, es muy tarde ya- Les dije
-Vale, te llevamos a tu casa??- Me preguntó Horacio mientras salíamos del local en dirección al coche
-Vale, gracias- Respondí
Me llevaron a casa mientras hacíamos bromas y, tras despedirme de ellos, entré en casa.
-Que estabas con Armando??- Me preguntó mi padre
-No, con 2 nuevos amigos que he hecho, Gustabo y Horacio se llaman- Respondí
-Ten cuidado con ese par de anormales, son expertos en meterse en líos cada dos por tres- Advirtió, a lo cual asentí como respuesta rodando los ojos
Tras cenar algo, hablé un rato con Armando por chat y me fui a dormir.