Intruso

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El sol descansaba por el horizonte y los hilos de viento se escabullían por mis oídos; escurridizas inhalaciones exhalaba. La noche se mostraba silenciosa y atormentaba mi audición; preocupante y llamativa, alertaba mis sentidos.

‌Oh amada mía, presiento algo devastador en el porvenir de nuestros días; te veo lejos de mí, y percibo como tomas la mano de otro hombre. Te vas hacia otro mundo, un lugar que me desconoce.

‌El sol se oculta, y con él tu mirada, un gesto único que tenías conmigo. Mi imponente curiosidad debate con un sin fin de preguntas el porqué de tu marcha, de tu decisión, de tu desconsideración.

Cariño en lo efímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora