Mi corazón extraña latir por ti, es mi más pura verdad, pero a la vez mi más grande libertad, porque con el tiempo voy soltando los lazos que me ataban a ti.
¿Aún seré participe en tus pensamientos?
A pesar de la culminación de esta maravillosa e irónica historia, las preguntas siguen invadiendo mi cabeza. Sé que ya no tienen ni tendrán sentido responderlas. Al menos, estaría bien saber que soy un pensamiento fugaz.
Un alma, un cuerpo, una persona, un nombre, una historia, un sentimiento. Sólo me queda agradecer por aquellos momentos tan espléndidos a tu lado, son sempiternos para mí, de seguro que para ti también lo son, o eso espero.
Gracias por enseñarme la naturaleza y la simpleza humana al experimentar amor, y gracias por hacerme caer en el fracaso, agradecido estoy porque despertaste al maestro de la vida.
Supongo que los finales son agridulces para la mayoría, pero son un principio para escribir un nuevo capítulo de vida en el que nuevos frutos serán sembrados.
Gracias por tus risas, por tus miradas, por tus ocurrencias, por tus abrazos y un sin fin de palabras.
Gracias por hacerme sentir vivo por primera vez en la vida, aunque muera por cada letra que te dedique.
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Cariño en lo efímero
PoetryEs indudable el hecho de que todas las personas alguna vez en su vida hayan experimentado la imponente sensación del sentimiento dedicado hacia alguien. Aquella llama que se enciende tras la esencia, aquella dilatación que se activa tras la presenci...