Por un último acto de voluntad, por expresar mis últimas palabras, por echarme al olvido. Recuerdo algo especial y exótico que te caracterizaba, y eso era tu cicatriz, tan sorprendente y asimétrica que representaba y brotaba vida de ella.
Ubicada en tu lindo abdomen, robaba mis pícaras miradas. Tan tierna a mi parecer, tan dulce y tan desmesurada que tenía como hábitat tu infancia; las ingenuas historias que tanto me contabas, tus relatos e historias que solías contarme con total transparencia y fragilidad quedarán sepultadas en mi mente. Solo renacerán cuando decida acudir a ellas.
Aquella cicatriz que marcó un inicio y un fin. Aquella cicatriz que me pareció perfectamente imperfecta y que tanto amé.
Ahora aquella cicatriz que posees permanecerá aquí, en mi pecho, en mi corazón, en mi alma...
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Cariño en lo efímero
PoesieEs indudable el hecho de que todas las personas alguna vez en su vida hayan experimentado la imponente sensación del sentimiento dedicado hacia alguien. Aquella llama que se enciende tras la esencia, aquella dilatación que se activa tras la presenci...