Shepard
_Solo imagínate si aceptas Shepard, tu reputación quedaría por los cielos_ insiste Carim agotándome la paciencia.
A pesar de que el dominicano es uno de mis socios desde siempre y nos hemos vuelto amigos aún hay cosas de mi pasado que no le he contado, debería explicarle algunas cosas para que deje de meter la pata a cada nada, pero nadie tiene derecho a saber por lo que he pasado, a nadie debería importarle.
_No voy a trabajar con militares_ sentencio dedicándole una mirada dura_ cancela la reunión, ahora.
Me levanto dispuesto a irme a ver a mi hija, he estado hasta el cuello de trabajo y no he podido ver lo suficiente a Camille, tal cosa me tiene con un genio de mil demonios, aunque no es lo único. El puto sueño se me repite una y otra vez endureciéndome la verga, no olvido a aquella mujer y me jode muchísimo porque no la tengo aquí, peor, ni siquiera sé su nombre.
_Ya es tarde_ habla de nuevo mi socio_ están en la sala de juntas.
Volteo de golpe queriendo estrangularlo, las últimas personas con las que trabajaría seria con militares o cualquier mierda relacionada con el gobierno, simplemente los aborrezco.
_Sacalos.
_Shepard...
_No_ lo encuello_ no debiste haber aceptado sin mi autorización.
_¿Que iba a saber yo que tenías un trauma con los militares? La propuesta es buenísima y se lo ambicioso que eres, no creí que dirías que no.
Tiene razón, pero eso no evita que mi cabeza quiera evaporarse del enojo que tengo.
_Aun así no haces nada sin que yo lo apruebe ¿oíste?
Asiente con sus ojos grises fijos en los míos, me jode que sea tan imprudente, sé que quiere lo mejor para la empresa, pero que pena, yo soy el dueño y yo mando aquí. Lo suelto encaminándome al ascensor, Ruth se acomoda los pechos cuando me ve sonriéndome como adolescente hormonal, mi secretaria se ha encargado de satisfacerme desde hace años, es una mujer bellísima con la que he compartido agradables momentos desde que la contraté, le hago una seña con la cabeza que la hace sonreír con ilusión, sé que siente cosas por mi y yo no le soy indiferente a dichos sentimientos, pues ha sido amable y atenta siempre, justo lo que necesita un hombre como yo. Se levanta parándose al lado mío, espero el ascensor y se abre dándole paso a un tipo alto, de pelo negro con ojos verdes.
_¿Es usted Shepard Cortes? _pregunta el tipo, debe tener sus cuarenta y algo.
_Si_ respondo apartándolo para entrar al ascensor.
_Soy el comandante Charles Dupont, del ejército del aire, lo estamos esperando.
_Sigan esperando y pónganse cómodos que no voy a ir_ aprieto el botón para ir a la planta baja.
Interpone su mano mirándome como si fuese una sabandija.
_Podrá decir lo que quiera cuando nos haya escuchado_ dice con altanería.
_Sin escucharlos se que va a ser una mierda, así que no me hagan perder el tiempo con algo que no me interesa...
_No me obligue a tirar este lugar abajo_ se aparta_ que mi tiempo es oro.
_¿Me estas amenazando? _me acerco con ganas de romperle la cara, es un par de centímetros mas alto que yo.
_Le estoy informando, de aquí no nos vamos a mover hasta que se presente y créame_ se da la vuelta_ no quiere tenerme aquí más de la cuenta.
Camina con seguridad hacia la sala de juntas, esta gente es una plaga, sé creen que por ser autoridades pueden hacer y deshacer a su gusto. Lo sigo para que se larguen de una puta vez, la cabeza me duele y lo único que conseguirán es que tenga un arranque de ira o caiga al hospital por estrés.
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De plata & zafiro
Teen FictionAlocada,dulce y empática. Así es Kira, un soldado de alto rango de las fuerzas aéreas de Francia, que se enfrenta a un sin fin de misiones peligrosas sin problema alguno, no le queda grande su puesto ni su apellido, pero jamás se iba a imaginar que...