Shepard
Me revuelvo en la cama sin poder conciliar el sueño, son las cuatro de la mañana y lo qué pasó ayer con Kira no me ha dejado pegar ojo. Se que no podré dormir, así que me levanto a ducharme e irme de este lugar para ir a ver a mi hija.
Dejo que el agua tibia me empape por completo la piel tatuada, intento quitarme esta sensación de cosquilleo y temblor que tengo en todo el cuerpo, Camille no puede verme así, a pesar de que es una niña siempre se da cuenta de lo qué pasa.
Al salir me pongo mi perfume, me visto rápidamente con un abrigo largo, esta lloviendo y hay dos grados afuera, sería un castigo inhumano salir desabrigado.
Bajo el ascensor y abro el paraguas. El estacionamiento está bastante lejos de la Torre de hombres, este lugar es inmenso. Voy caminando rápido con las manos enguantadas, si no las tuviese cubiertas estoy seguro que se congelarían, el vaho sale de mi boca cuando exhalo el aire.
De la nada escucho pisadas de alguien que viene corriendo, me volteo para ver de quien se trata y mi corazón da un vuelco con la figura femenina encapuchada que se acerca a mi, se detiene cuando se percata de mi presencia estando unos metros cerca. Nos quedamos unos segundos así, contemplándonos.
_¿Se puede saber qué haces corriendo a esta hora y con este frío?_ le digo viendo que solo lleva su cortavientos.
Ella jadea mirándome fijamente.
_El frío no es un problema para mi_ responde queriendo retomar su trote.
Mis manos parecen tener vida propia cuando se aferran a su brazo, Kira un poco descolocada se detiene mirando nuestra unión, la cubro con el paraguas.
_¿Que fue lo qué pasó ayer?
Ella por fin deja caer su muro, aunque lo recupera nuevamente, no logro distinguir la peculiaridad de su mirada por la tenue luz qué hay a estas horas.
_Eso no debió pasar Shepard_ me dice seria_ de hecho yo no debería estar cerca de ti.
_¿Sientes que te forcé?_ pregunto sintiéndome culpable.
_Ese es el problema_ susurra, casi ni puedo escucharla por la lluvia_ que lo hago sin poder evitarlo y yo siempre tengo el control de todo.
Me acerco a ella.
_¿Entonces es algo que si querías hacer?
No responde, solo me mira desde abajo, yo hago lo mismo detallándola, sus labios están morados, su pequeña nariz roja y su pelo empapado en su usual coleta.
_ ¿Desayunaste?_ cambio el tema, se que no es de hablar mucho.
Niega con la cabeza, los dientes le castañean.
_Te pones a hacer deporte en un ambiente no apto para hacer deporte y ni siquiera has desayunado_ la reprendo.
Ella se mira los pies con vergüenza, ese es el gesto más genuino que le he visto hacer hasta ahora, parece una niña pequeña.
_¿Que haces despierto a esta hora? No tenemos reunión hasta las ocho_ habla.
_Tengo que ir a ver a mi hija.
_¡¿Iras a ver a Camille?!_ en su cara se dibuja una sonrisa y sus lindos ojos brillan.
Sonrío sin poder evitarlo, es una persona normal cuando deja caer su escudo.
_¿Quieres ir conmigo? En el camino desayunamos algo_ le propongo.
_¿Por que iría contigo a ver a tu hija?_ vuelve a ponerse a la defensiva.
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De plata & zafiro
Teen FictionAlocada,dulce y empática. Así es Kira, un soldado de alto rango de las fuerzas aéreas de Francia, que se enfrenta a un sin fin de misiones peligrosas sin problema alguno, no le queda grande su puesto ni su apellido, pero jamás se iba a imaginar que...