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La hora de almuerzo se sentía solitario, Jimin caminaba por los pasillos hasta su casillero y mientras lo hacía observaba por sus alrededores, no había mucha gente, unas dos o tres personas los cuales guardaban sus cosas.

Al llegar a su casillero, lo primero que vio fue una nota de señor anónimo.

"Haces que toque el cielo con tus besos"

Sonrió.

— No me has besado — susurró.

— Jimin — alguien lo llamó, se dio la vuelta y asintió — me dijeron que te diera esto — el chico le entregó una nota y se dirigió al comedor.

— ¿Qué? — entonces leyó la segunda nota.

"Azotea"

Su corazón palpitó extrañamente y guadó sus cosas antes de subir las escaleras hasta la azotea, las paredes estaban adornadas con notas, se detuvo a leerlas una por una, entonces se dio cuenta que eran mensajes que señor anónimo ya le había escrito, nervioso leyó la última nota escrita que estaba en la puerta para salir a la azotea.

"Siéntete cómodo y come es tu favorito"

Abrió la puerta, vio ahí una manta con su postre favorito, se sentó y dio un bocado mirando a su alrededor a su lado habían más notas que ya había recibido y sonrió nervioso.

— ¿A qué juega señor anónimo? — preguntó en voz baja.

— Haces que toque el cielo con tus besos — dijo una voz tras él y se sorprendió más al reconocerla, nervioso se levantó y dio la vuelta para encontrarse con Jungkook, estaba justo a unos centímetros cerca de él con una sonrisa y unas rosas en la mano — hola Jimin — el nombrado sin poder creer lo que estaba pasando se quedó quieto en su puesto — sé que a lo mejor no era lo que esperabas, pero aquí estoy, soy yo el que deja todas esas notas en tu puerta — confesó.

— ¿Por qué? — preguntó asimilando todo.

— Bueno — Jungkook bajo el ramo de rosas y se acercó a Jimin — me gustas — dijo haciendo que el rubio lo mirara a los ojos — y no es ahora, desde hace dos años que me gustas y no sabía como decirlo, así que hice lo mejor que pude hacer — hizo una pausa y volvió a levantar las rosas entregandoselas a Jimin — escribirte mis sentimientos — terminó.

Jimin recibió aquel regalo y las olfateo, no esperaba que Jungkook fuera aquel alma tan linda que le dejaba las notas más hermosas en su puerta, pero de alguna forma su corazón y su mente añoraban que fuera él.

Y no se equivocaron.

— No se que decir.

— ¿Te lo esperabas?

— No, pero fue mejor de lo que pensé — Jungkook soltó una risa nerviosa.

— ¿Entonces no estas enojado conmigo?

— ¿Por qué lo estaría? — preguntó dejando el ramo con cuidado encima de la manta y se acercó al peli negro.

— Dijiste que no te gustaban las mentiras — subió sus manos al cuello de Jungkook — de cierta forma te mentí — dijo tomando su cintura.

— Pero fue una mentira buena — besó la mejilla de Jungkook — así que no, no estoy enojado — sonrió — me alegra que seas tu — sin pensarlo apretó más el agarre en la cintura del rubio.

— Jimin — susurró.

— ¿Si Kookie? — respondió de igual manera.

— ¿Me llevarías al cielo de nuevo? — Jimin sonrió entendiendo a Jungkook y se acercó para besarlo dulcemente.

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Love Notes • [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora