•25•

7.6K 629 17
                                    

Mientras más miraba la hora, más lento pensaba que pasaba, había arreglado su apartamento ya que estaba un poco desordenado, se bañó y se vistió lo más "casual" que pudo, si, camisa blanca casi transparente y sus pantalones de cuero negro que se los había regalado Taehyung.

- Se supone que solo
vas a hablar con el
mimi ¿Por qué te pusiste
ese pantalón?

- Es por que me gusta nada más.

- Ese pantalón es
un arma mortal sexual
Jimin, por algo te lo compré,
tus piernas y trasero sé te
marcan perfectamente bien,
ese pantalón es todo menos
casual.

Taehyung se quedó cayado un momento viendo como Jimin se ruborizaba, entonces lo entendió.

- ¿Será que te gusta
el nerd guapo?

Lo molestó haciendo que enrojeciera más, rió.

- Dios mio, mi bebé
ya está creciendo.

- Te voy a cortar
la llamada Taehyung.

Dijo molesto apuntando la pantalla de su celular, entonces el timbre del apartamento sonó haciéndolo sentir nervioso, escucho la risa de su amigo por el teléfono y le cortó.

El timbre volvió a sonar, se miró al espejo por última vez y se dirigió a la puerta para abrirla, parado al otro lado se encontraba Jungkook, vestía un buzo gris el cuello le quedaba jodidamente bien, se quedó estático viendo la sonrisa en su rostro.

— Traje la pizza — dijo sonriendo.

— S..si gracias — lo hizo pasar.

Acomodó las cosas encima de la mesita y se sentó, Jimin le siguió en silencio colocando los vasos.

— Te ves bonito — soltó Jungkook de pronto haciendo que Jimin se sonrojara — me gusta mucho tu camisa — se acerco un poco debido a que Jimin se había sentado muy lejos — bien, ¿cómo estás? — preguntó.

— Pues, más o menos quedé como un cornudo, Jong-in se burlo de mi junto a todos los imbéciles de la escuela — dijo.

— Realmente Jong-in es un idiota, pero si me pides mi opinión — el rubio asintió dándole autorización para hablar — él es el que queda mal no tu, a ti no te debe importar lo que la gente piense, a no ser que de verdad lo hayas amado y eso ya es cuestión diferente, ¿no? — Jimin bajo la mirada un segundo.

¿De verdad lo había amado?

— La verdad no — respondió en voz alta.

— ¿No?

— No lo amé, osea si, fueron tres años, al principio me gustaba mucho pero ahora que lo estoy reflexionando el resto solo era costumbre y el no querer perderlo.

— ¿Por qué?

— Cuando llegué nadie me hablaba y el fue el primero en hacerlo, ya después me gane mi popularidad a medida que paso el tiempo, pero creía que eso solo lo había podido hacer por el apoyo de Kim y por eso es que estuve con él, pero la verdad es que hace mucho que no me gusta, no somos realmente compatibles — explicó.

— Entiendo y ¿Cuál sería tu tipo ideal? — preguntó tomando su segunda rebanada.

— Pues alguien que me entienda, alguien que no solo este conmigo por lo superficial, que su amor vaya más allá de las apariencias, alguien romántico que diga cosas bonitas para enamorarme cada día — sonrió — alguien como él — dijo Jimin pensando en las notas anónimas que recibía cada día.

— ¿Él? — preguntó Jungkook algo celoso, el rubio asintió y se levantó para dirigirse a su habitación, al volver llevaba una caja marrón que tenía un corazón dorado adornando el cerrojo — que bonita caja — alagó.

— Era de mi mamá, es el único recuerdo que tengo de ella — dijo.

— ¿Murió?

— Nos abandonó a mi y a mi padre cuando tenia siete años, esto es lo que me quedó de ella, se fue con otro hombre — subió los hombros restandole importancia, abrió la caja dejando ver su contenido.

Dentro se encontraban las miles de notas que Jungkook había dejado en su puerta.

¿Gusta de mi?

— Cada día en mi puerta siempre aparecen estas notitas y me alegran el día por completo, no conozco al que lo hace, pero si lo conociera estoy seguro que me gustaría — sonrió.

— ¿Cómo sabes que no es un viejo? — Jungkook estaba a punto de explotar de felicidad.

Ahora sabía que a Jimin le gustaba mucho ese detalle y que había estado guardando todas y cada una de sus notas.

— No se quien sea, pero igual tengo miedo Taehyung me dijo lo mismo, aunque algo me dice que no lo es — sonrió haciendo desaparecer sus ojitos.

— La única forma de averiguarlo es encontrarlo, ¿no? — dijo sin pensarlo.

— ¿Me ayudarás kookie?

No puedo decir que no si tu carita se ve así.

— Obvio Mimi, te ayudaré a encontrar a tu príncipe azul.

Dolió.

Eres tu idiota.

— Muchas gracias Kookie — lo abrazó besando su mejilla.

— No hay de que Minnie.

— No hay de que Minnie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

💜

Love Notes • [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora