Chan y Seungmin no pueden pasar ni cinco minutos juntos porque ya se están peleando, pero Seungmin y Chan no pueden pasar esos cinco minutos lejos porque comienzan a extrañarse.
Ellos creen firmemente que se odian, la realidad es que no quieren admi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pensar en la frase "la vida es tan solo un hilo tan frágil, que en cualquier momento puede ser cortado por unas simples tijeras", era una frase absurda para Bang Chan, al ser un adulto joven, aun creía que tenía toda una vida por delante.
Pero al karma siempre le encanta demostrarles a las personas cuan equivocadas están. Como en ese instante. El australiano estaba mirando hace más de quince minutos esas dos hojas sin saber cuál firmar.
Seungmin estaba realmente mal, su presión había subido bastante y se había desmayado un par de veces, por otra parte, su pequeño Jake ya había dejado de moverse y el palpitar de su corazón era débil.
En aquel par de papeles estaba lo que para él era una sentencia de muerte. Se sentía jodidamente egoísta, más los doctores le habían dicho que debía decidir por alguno de sus tres amores de vida.
Después de plasmar su firma en el documento donde le daba prioridad a uno, pudo contemplar como el cuerpo inerte de su esposo era trasladado a una fría sala de partos.
Llorando, se puso a rezar, si había un Dios, solo esperaba que este pudiese hacer que sus suegros, amigos y que Jungmin lo perdonasen. Vamos, después de todo, a la autora de ¿qué podría salir mal?, amaba que todo saliera mal.
El sol ya había salido, eran cerca de las ocho de la mañana, los primeros en llegar fueron Minho y Jisung que traían a Jungmin, esta al verlo prontamente estiro sus brazos buscando el confort de su padre.
— ¿Y papi? — Pregunto inocente, mientras restregaba uno de sus ojitos.
— Se sintió un poquito mal y está siendo revisado por los doctores.
— ¿Con bebé Jake?
Chan abrazo el cuerpo de su primogénita sollozando fuertemente, esperaba que en algún momento despertase de aquella atroz pesadilla. Christopher se permitió llorar, acuno suavemente a su hija, ambos volvían a caer en los brazos de Morfeo.
Los minutos se sentían como horas y tras lo que parecía una eternidad abrió sus ojos tras veinte minutos de sueño, Jeongin lo sacudió levemente, haciendo que se incorporara.
— Chan.
— ¿Traes noticias? — Yang asintió. — Dímelas.
Jeongin sonrió cálidamente intentando darle ánimos a su amigo.
— Jake, ahora está en una incubadora, en el momento de desees puedes pasar a verlo.
— ¿Incubadora? — Preguntó con ilusión.
— Sip, por el momento le están dando fototerapia debido a que en la sangre tiene un alto nivel de bilirrubina.
— ¿Es grave?
— No, pero si se tendrá que quedar mínimo una semana aquí.
Bang volvió a sonreír en grande sintiendo paz interior, más recordando todo, sintió como nuevamente la preocupación le caía a su cuerpo como balde de agua fría.