Chan y Seungmin no pueden pasar ni cinco minutos juntos porque ya se están peleando, pero Seungmin y Chan no pueden pasar esos cinco minutos lejos porque comienzan a extrañarse.
Ellos creen firmemente que se odian, la realidad es que no quieren admi...
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Eso a Seungmin le causó bastante risa y se comenzó a reír descaradamente, cosa que molesto a la chica frente a él, que tomó la bebida de un chico que iba pasando por ahí y se la tiro a Seungmin.
Afortunadamente Chan lo abrazó fuertemente haciendo que toda aquella bebida cayera sobre su espalda.
— Chan... Yo... — Intentó disculparse la chica pero los ojos furiosos de Chan la hicieron callarse.
— Agradezco sinceramente el apoyo que me brindan. — Apretó los dientes. — Pero simplemente no pueden ir atacando a personas de mi círculo social porque creen que me ataco.
— Es que el chupapollas...
— ¿Chupapollas?, ¿de quien hablas?, ¿de Jisung?, ¿de Minho, ¿de Hyunjin?, ¿de Seungmin?, ¿o de mí? Porque según yo, cada uno de nosotros ha tenido un pene en la boca.
— No, pero tú eres...
— Bisexual, soy bisexual, aunque jamás creí tener que decir mi orientación por una estupidez cómo está. — Pausó. — Seungmin está embarazado, tiene cinco meses, lo atacaron con tomates y tú ahora con una jodida bebida. ¿Acaso no piensan en los daños que esto implica? Pudo perder al bebé.
— Pero te ofendió... — La chica ya comenzaba a lagrimear.
— Ajá, ¿y? Seungmin y yo somos adultos tenemos la suficiente madurez para resolver este problema cuando se nos venga en gana, ¿quedó claro?
El pequeño grupo de personas asintió. Seungmin estaba embelesado por la cara de enfado de Chan, pocas veces había tenido el privilegio de poder observarla debido a que él era el mayor causante de los enfados y jamás se había detenido a observarla.
Chris rechinaba sus dientes intentando detener el enfado, también la vena de su cuello resaltaba haciendo que luciera más sexy de lo que ya era. El australiano tenía apresada fuertemente la cintura de Kim con posevidad, al finalizar su discurso, prácticamente arrastró a Seungmin al baño.
Cerró la puerta de estos y subió al embarazado a donde estaba el lavabo, el mayor recargo su cabeza en el hombro del pelinegro comenzando a murmurar disculpas.
— Cariño, lo lamento. En serio lo siento, no quería que todo esto pasara.
— Mejor dime si me trajiste la ropa que te pedí. — Le sonrió cálidamente para relajar al contrario.
— Por supuesto.
Chan saco de su mochila una sudadera negra que era de él y un pantalón de esos que tenía la parte delantera de elástico para darle soporte a la panza de ya casi seis meses del menor.
