Chan y Seungmin no pueden pasar ni cinco minutos juntos porque ya se están peleando, pero Seungmin y Chan no pueden pasar esos cinco minutos lejos porque comienzan a extrañarse.
Ellos creen firmemente que se odian, la realidad es que no quieren admi...
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Ese martes la no pareja se encontraba dispersa. Seungmin se había ido temprano a dejar a Jungmin a la guardería, mientras Chan se quedo en la casa preparando el desayuno.
A pesar de que ambos tenían clases un poco más tarde, en la guardería no recibían a su hija después de las nueve. Al regresar al departamento el menor se encontró a Bang aún cocinando, no traía camiseta y en la parte de abajo sólo portaba un short negro.
Sin resistirse el pelinegro se aproximó a donde Chris cocinaba colando sus manos, abrazandolo así por la espalda.
— ¿Qué haces? Voy a quemar las verduras.
En un ágil movimiento Kim apago la estufa.
— Ya no más verduras quemadas. — A pesar de que no podía verlo sonrió travieso, jalo la cadera de Chan hasta el mesón para que no se quemase por lo que haría.
Tomó posesivamente la cadera del mayor comenzando a fingir embestidas.
— No, ¿qué haces? Se nos hará tarde y debo terminar el desayuno. — Aunque se negó hizo más para atrás la cadera para seguir disfrutando los movimientos.
— ¡Mierda, cariño!, te invito a desayunar a la calle.
Aumento el ritmo de sus penetraciones a través de la ropa, provocando que ambas erecciones crecieran.
Seungmin tomo a Chan del cabello, tiroteo de este para comenzar a besarlo.
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Chan reviso la hora en su mesa de noche y en definitiva ya había perdido su primer clase, cosa que en ese momento le importaba lo más mínimo porque Seungmin había logrado dar en su punto G, provocando que del placer arqueara la espalda.
— ¿Te gusta esto, cariño?, ¿Te gusta sentirte lleno por mi pene?
— S-s si. *
(No dijo amo lo cual se toma como una falta de respeto)
— Insolente.
Kim sacó una de sus manos de la cadera ya moreteada del aussie para propinarle una bofetada.
