Wen Qing y su familia estaban destrozados luego de ser sometidos y la pérdida de Wen Ning. Durante un camino silencioso llegaron a Yiling, un lugar tenebroso pero que los mantendría a salvo. Con una sonrisa Wuxian inspiró a todos a comenzar un hogar en tal inhóspita tierra.
Toda la familia siempre siguió a Wen Qing como representante, era una mujer alfa de fuerte carácter que no dudaba pelear por su gente, a pesar de que todos temían en un inicio a Wei Ying no tardaron en notar que ambos no eran tan distintos.
Esto se construye aquí, esto allá, trae eso del pueblo, sin miedo la alfa ordenaba al otro que gustosamente ayudaba a construir un hogar. ¿Pero que sería ese joven cultivador?. La respuesta no se hizo esperar.
Un fuerte aroma comenzó a emanar de la cueva donde dormía Wuxian a pocos días de haber llegado. El regreso de Wen Qing y el rescate de su familia fue tan rápido que no tuvo tiempo de traer ninguna hierba o supresor. Wei Ying supo que sería un omega y siempre suprimió sus celos, su primer celo fue en estas inhóspitas tierras un mes tras ser lanzado por el abismo, pero su cuerpo estaba tan débil que apenas y estuvo consiente. Ahora, sentía su cuerpo arder como si lo abrasaran llamas, desesperado habló a Wen Qing.
La alfa corrió a alejar a los demás alfas de la familia por precaución, y luego fue a la cueva aún cubriéndose la nariz el olor era fuerte. Wei Ying estaba en el suelo con la parte de abajo descubierta y un pantalón empapado a su lado.
Chasqueo la lengua, la hierbas que podían ayudarlo apenas estaban sembradas. Debía dormirlo, pero el aroma la hacia temblar, sentía sus pupilas dilatarse, Wei Ying no dejaba de tocarse en un intento de calmar su calor. Así que corrió y colocó una aguja para que dejara de moverse, pero sabía que eso no calmaría su sentir. Salió tomo aire y regresó, mientras apretaba un punto para dormirlo, sabía que debía ayudarlo. Sin mayor cuidado insertó sus dedos en la entrada del omega. Sentía su corazón latir con demasiada fuerza. Ella sabía exactamente donde debería estar el punto que buscaba, el otro no podía moverse, pero sus ojos se perdieron cuando lo encontró, y su entrada se humedeció aún más.
Wen Qing sentía su fuerza perderse, pero aún hacia lo posible por no soltar el punto de acupuntura. -¡Vamos duermete!- le gritó, mientras que lo que había en su entrepierna le dolía terriblemente, sus instintos le decían que tomara al omega en ese momento. Pero antes de perder la cordura los ojos del otro se cerraron, su respiración se fue calmando, el olor disminuyendo. Se sentó en el suelo agotada por resisitir.
-¡Wei Ying!- escuchó a alguien gritar
-Wen Qing dijo que los alfas no debian acercarse- dijo el tío segundo, un beta titubenado.
-¡Hazte a un lado! ¡Wei Ying!- sin respeto alguno entró Jiang Cheng a la cueva pero apenas sintió el aroma se paró de golpe, observando a su hemano en el suelo dormido sin pantalones sobre un charco junto aquella chica que parecía muy cansada para escuchar gritos en este momento
-Que dem...- El aroma definitivamente no era ella, ella era un alfa, entonces Wei Ying.
-¿Huh? tu tampoco lo sabías... todo este tiempo pensé que él te cuidaba tanto porque eran pareja- dijo sinceramente Wen Qing -No te preocupes, solo lo ayude a dormir- dijo señalando la aguja en su frente -Pero algo me dice que no viniste desde el Muelle de Loto a celebrar su primer celo-
La cara de Jiang Cheng pasó de asco a enojo mientras la otra hablaba. -Necesito hablar con él para que deje esta locura-
-En una hora, quita la aguja de su frente únicamente- dijo Wen Qing parándose para irse, -Lo siento por causar esto- y dio media vuelta.
Tras tres largas horas Jiang Cheng bajó con un brazo roto -Ve a tratarlo ahora- dijo yéndose molesto.
Wen Qing subió para ver a Wuxian con una herida en el estomago. -No se como pero mantener tus vísceras adentro parece más fácil que mi anterior intervención- le dijo ella irónicamente mientras Wuxian dudaba en que decir, pero simplemente se cubrió la cara y tras un rato dijo -Ahora nadie me respetará aquí, todos me harán su mandadero como tú- dijo riéndose.
Pero ella no rio, -¿Por que que seas omega debería cambiar algo? Mientras estés aquí no temas por algo tan tonto-. Wei Ying la observó, seguro decía eso para que no se sintiera mal.
Tras la curación, le explicó que sucedió y como selló a Wen Ning. -Ese hombre vaya que tiene un mal humor- dijo ella
-Vaya quien lo dice- le dijo el otro
-Todo este tiempo pensé que era tu pareja-
Wei Ying se carcajeo -El es un hermano para mí-
Wen Qing se quedó pensando que dio tanto por su hermano, e incluso por ellos derivado de esto.
-Plantaremos rábanos- le dijo ella
-¡¿quee...?!-
Ambos comenzaron a discutir de banalidades.
Tras salir algunos días después, todos en el pueblo lo trataban igual que antes. Todos se dirigían a él con respeto. Quizá ella no mintió...