Cuando el vientre de Wei Ying comenzó a abultarse no quedó más opción que hacer "pública" su relación, no tomando por sorpresa a nadie.
Los días se iban haciendo cada vez más tranquilos y felices conforme avanzaba, realmente Wuxian estaba agradecido de estar lejos, así nadie tendría que verlo preñado. Pero realmente esperaba que su hermana fuera como prometió, pero los meses comenzaron a pasar y ella no se presentó.
Un día, en el pueblo, encontró a Lan Wangji, ese día Wuxian agradeció a los cielos llevar ropa holgada para cubrir su vientre. Tras una ligera plática y rechazar una copa de vino, lo cual denoto extrañeza al Lan, le dijo que su shijie había quedado preñada tras el matrimonio. Por lo cual Wei Ying se quedó feliz, cuando se conocieran lo harían con sus pequeños, la emoción no tardó en mostrarse en su rostro. A pesar de no decir nada, el jade menor realmente le alegraba ver esa sonrisa tan sincera una vez más.
A pesar de ser tan feliz en la intimidad la cosa se volvía complicada. A pesar de cualquier pronóstico, Wuxian parecía insaciable sin importar el tamaño de su vientre, mientras que Wen Qing era más conservadora, y aunque sabía que su pequeño no podía afectarse, prefería evitar perturbar su calma, no quería que fuera tan tonto como su padre, decía con una sonrisa mientras Wei Ying le suplicaba.
Tras muchos ruegos, tenían un encuentro cada dos semanas ya que no tenía más opción, haciendo movimientos lentos y profundos que enloquecían a Wei Ying, a pesar de ello, Wen Qing evitaba tocar el pecho del otro a pesar cada vez más sensible, ya que se negaba a que una sola gota del alimento de su cachorro se malgastara por hacer cosas perversas.
Pasaron los meses, y un día de enero nació el pequeño, la abuela lo nombró Wen Yuan. Wuxian quedó exhausto tras el parto que la misma A-Qing atendió, pero el pequeño no le importó su cansancio y comenzó a comer inmediatamente. -Sacó tu apetito, dijo burlonamente la alfa al otro.
Wuxian no podía dejar de ver a su pequeño, casi olvido su tan esperada "escapada" con su esposa para reencontrarse tras el parto, después de lo que pasó dudaba que pudiera hacerlo en unos meses.
Tras dos meses, la invitación llegó. Yanli lo invitaba a conocer a su pequeño a la torre Koi. Su cara se iluminó, pero la de la Wen fue sombría.
-A-Yuan es aún muy pequeño, no puedes dejarlo solo, aún depende de tí para comer- le dijo la otra.
Wuxian no le quedó más que aceptar eso, y rechazar la invitación prometiendo en una carta ir en cuanto el pequeño pudiera viajar.
Pero aquella respuesta no evitaría que alguien tocara las puertas de Yiling en días próximos.
