Lo que empieza mal - ChrolloxKurapika - Kurokura

I

¿Qué miras?

No esperaba que el usuario de las cadenas fuera una mujer

¿Quién dice que lo sea? Tú más que nadie deberías saber que las apariencias engañan

Aquí empezó todo. Chrollo Lucilfer se encontraba en un coche. Atrapado, como pocas veces se había visto, por unas espectaculares cadenas hechas con Nen y lo que parecía una muchacha hermosa pero hostil a su lado. Que equivocado estaba. Kurapika solo llevaba un disfraz para cumplir su objetivo, cosa que había conseguido. Con una rabia fuera de lo común, sus ojos azules tornándose de un escarlata llamativo, el rubio apuntó la cadena de su dedo meñique hacia el corazón del moreno y profirió las siguientes palabras que marcaron el futuro de ambos chicos.

Estas son las dos condiciones impuestas: no podrás usar tu Nen, tampoco podrás comunicarte con tus compañeros arañas, si rompes estas reglas mi Judgement Chain se encargará de matarte

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Allí se quedó el pelinegro, solo, sin habilidades Nen pensando en cómo recuperar lo que le habían quitado. En realidad se sentía confundido, hacía tiempo que se estaba replanteando el dejar de ser el líder del Ryodan. Quería mucho a sus subordinados, que más que eso eran sus amigos y la única familia que había conocido, sin embargo por mucho que en algún momento de su adolescencia le gustara todo el caos que causaban, los crímenes, los robos, todo eso lo había hecho por supervivencia además de por demostrar que los de Ciudad Meteoro podían ser más que unos marginados. Aunque no dormía bien, recordaba que todas las noches en las que conseguía cerrar los ojos su imaginación volaba, no eran sueños locos ni mucho menos, eran tranquilos y seremos como su propia personalidad, soñaba en ser dueño de una pequeña cafetería/librería en donde pudieras leer tomándote un café o un té. Era bonito, aún anhelaba poder cumplirlo. ¿Y si esto fuera un nuevo comienzo? No, no era tan fácil, ¿qué dirían sus compañeros? Lo tacharían de traidor, no podía hacerles eso, aunque curiosamente pensaba en esta situación como una pausa, un tiempo para él. Ya que no podía comunicarse con sus compañeros, estos no podrían reprocharle nada si desaparece, técnicamente está indispuesto y no puede hacer nada por dirigir a la organización. Eso haría, igual mandaría a alguien a decirles que se olvidaran de él, que escojan el camino que quieran seguir, que estaba orgulloso de ver las personas en las que se habían convertido pero que el grupo debía de ser disuelto de una vez por todas. Tampoco iba a darse prisa, tenía mucho tiempo para pensar. Tiempo, que bonita palabra que realmente nunca había podido disfrutar.

No sabía cuanto tiempo había pasado reflexionando sobre todo hasta que vio el primer par de estrellas aparecer en el firmamento, buscó algo en ese desierto paradero para hacer un fuego y se sentó. Buscaba en su teléfono un contacto que le pudiera proveer algún medio de transporte para por lo menos salir de aquel sitio.

- Anda que has tardado en llamar, ¿qué pasa ahora? - contestó a la llamada el payaso que había visto hace un rato

- Necesito que tú o tu novio me envíen algún medio de transporte para salir de aquí

- Que patético te has vuelto de repente, ya aviso a Illumi que lo tengo al lado - sintió como se alejó el móvil y escuchó - Illuuu, Chrollo está en las montañas del este perdido y necesita salir de ahí

- ¿Hay dinero? - preguntó el asesino

- Por supuesto - respondió Hisoka, después volvió a hablarle a Lucilfer - dice que ya va, un dirigible llegara a ti en 30 minutos si te parece bien, quiere 3 millones, por ser tú

- Sisi ya, transferencia

Al terminar la llamada se quedó ahí esperando, de manera intrusiva se coló en su mente el usuario de las cadenas. Kurapika había oído que se llamaba, al final resultó ser un chico cosa con lo que no estaba decepcionado. Pensó que era bonito, el odio de sus ojos había hecho algo en él que jamás sintió con nadie. La culpa. Nunca le importaron las miradas de rencor o miedo de la gente, en su juventud hasta alimentaban su ego, más tarde simplemente le era indiferente y sabía que era algo que conllevaba su oficio. Además recordaba muy bien la masacre del clan Kurta pero podía jurar que ninguno de los ojos que robó eran tan hipnóticos y preciosos como los del rubio que había visto hoy. Pensó en buscarlo, poner en claro que era exactamente lo que le hacía pensar en ese chico que no quería ni verlo. ¿Qué tenía Kurapika?

Finalmente la media hora había pasado, vio a lo lejos el dirigible del que le habían hablado sus conocidos antes. Lo primero que decidió fue ir a visitarlos para molestarlos y ver si ellos le podían dar información del último Kurta. Sería un viaje largo pero valdría la pena si podía aclarar o tranquilizar su mente y alma.

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Holaa, espero que les haya gustado este comienzo.
No sé todavía que largo será esta historia y tampoco cada cuanto queréis que actualice pero espero que os guste mucho.

Disfrutenla gracias por vuestro apoyo💖💖