Lo que empieza mal - ChrolloxKurapika - Kurokura

VIII

Era el último día del año, ambos se preparaban para cenar juntos. A pesar de querer pasarla solos, los amigos del rubio los convencieron para pasarla en su casa, venían Leorio, Gon y Killua. Como siempre el pelinegro se ocupó de hacer la comida mientras el otro se encargaba de preparar la casa aunque de vez en cuando metía la mano en algún plato que estuviera haciendo su compañero ya que el olor le atraía demasiado. Más tarde la compañía llegó, todos se saludaron y por fin el de gafas conoció a Ajax, al principio se mostró algo desconfiado ya que le resultó extraño la historia de como se habían conocido y el tema de la máscara pero Chrollo con su labia consiguió convencerlo de manera discreta de que no era una mala persona, que podía fiarse de él, aunque terminó de caerles bien al probar sus deliciosos manjares. De todas formas era normal que se preocuparan al fin y al cabo era un "desconocido".

- Dios que bueno está esto - comentaba el médico, los niños estaban demasiado ocupados engullendo todo como si alguien les fuera a quitar lo suyo

- Muchas gracias que amable

- Que suerte tienes de que te cocine todos los días - dijo esta vez dirigiéndose al Kurta

- Pues sí - susurró este sonrojándose

Ya quedaba menos para partir el nuevo año, todos estaban animados hablando y jugando, como una familia pensaba Lucilfer. Él y el Kurta intercambiaban miradas, de esas que se decían las ganas que tenían de seguir juntos otro año más sin necesidad de palabras, su conexión se entendía sola. Todos salieron para celebrar con el pueblo, había un lindo y pequeño festival para festejar. Llegó la cuenta atrás. 5, 4, 3, 2, 1...

- FELIZ AÑO NUEVOO - gritaron todos al unísono

El más bajo le levantó un poco la careta al mayor mientras se ponía de puntillas a pesar de ser pocos los centímetros que los separaban, este le puso la mano por detrás de la cintura acercándolo para poder besarse. Cuando se separaron, se quedaron en un tierno abrazo.

- Feliz año nuevo... - se dijeron bajito los dos enamorados

- Escúchame Kurapika, no quiero empezar este año con secretos

- ¿Qué pasa?

- Yo... no soy tan buena persona como tú crees

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Tú me seguirías queriendo sabiendo que he cometido errores en el pasado? - confesó el más alto temiendo la respuesta, sobre todo porque el rubio no parecía querer responder pronto ya que quedó en absoluto silencio

- ¿Te arrepientes?

- Si pudiera cambiar el tiempo lo haría, la culpa me consume día tras día

- Pues eres una buena persona - contestó simplemente sonriendo sincero

Chrollo ante esas palabras no pudo evitar sentirse feliz pero por dentro sabía que no podía estar seguro de nada, al fin y al cabo su compañero no podía imaginarse que la persona por la que estaba sintiendo cosas fuera su mayor enemigo y alguien a quien ha querido matar, decidió desechar esos pensamientos y centrarse en el ahora, pasárselo bien mientras pudiera con él. Siguieron paseando por el festival, probando diferentes puestos de comida, Kurapika arrastró al jefe del Ryodan a un señor que vendía máscaras y le compró una que le cubría solo la mitad del rostro, con vistas a poder besarlo sin necesidad de estar moviendo lo que le tenía cubierto la boca y a pesar de que fuera arriesgado el "ojiverde" accedió a darle ese capricho ya que si estaba destinado a enterarse lo haría tarde o temprano, solo rezaba para que pudiera entenderlo y aceptarlo.

No saben ni cómo llegaron a la vivienda, Leorio estaba borracho, el ojiazul cargaba al peliverde y Chrollo se encargó llevar al Zoldyck. Como si fueran sus padres los llevaron a la habitación acostándolos y tapándolos para que no pasaran frío en la noche, al ebrio lo dejaron en el sofá que se las arreglara solo. Los dueños de la casa se fueron a su ya compartido cuarto, la araña dispuesta a dormir pero parece que el más joven tenía otras ideas.

- ¿Cuándo me dejarás verte la cara?

- Me dijiste hace un par de días que me dejarías el tiempo que me hiciera falta

- ¿Es por lo que me dijiste antes? - replicó molesto a lo que el otro suspiró

- Algo así, no quiero que me odies

- Te he dicho que nunca podría hacerlo

- Kurapika

- Dime Ajax - ese nombre quemaba la piel de Lucilfer cada vez que lo escuchaba salir de los labios de su amado

- Te prometo, que si al llegar el año viviendo juntos no me la he quitado todavía, ese día lo haré - el rubio se quedó un rato examinando si creer y aceptar lo que le había dicho o no

- Vale... buenas noches - habló finalmente para darle la espalda

- Buenas noches

No quería irse a dormir estando enfadados así que cogió al más bajo dándole le vuelta para poder mirarlo y darle un beso. Al separar sus labios lo acercó a su pecho y lo apoyó ahí para estar cerca mientras lo abrazaba.

- Ahora sí son buenas noches lindo - sentenció el mayor, cayó rendido cuando sintió como una sonrisa se formó en la cara del Kurta