Lo que empieza mal - ChrolloxKurapika - Kurokura

VII

Si había llegado en junio, ya estaba llegando el mes de diciembre y con este la Navidad se acercaba, ambos convivientes se preguntaban que se podían regalar entre ellos. Su relación cada vez se estrechaba más y Chrollo se empezó a preocupar por su identidad, por fin Kurapika le había contado sobre su venganza y el pelinegro se sintió fatal por mentirle pero no quería estropear lo que estaba surgiendo entre ellos. Pudo ver la rabia que sentía el rubio, el dolor, como él estaba con la máscara pudo volver a admirar sus preciosos ojos escarlata que tan hipnotizado le dejaron y ese día se prometió a sí mismo que si alguien se atrevía a intentar hacerle algo, él le iba a proteger. No sabía si era por la culpa que tenía o por los nuevos sentimientos que iban aflorando en su interior. Además de eso, después del día en que se quedaron sus amigos en casa habían llegado a una especie de acuerdo silencioso y los dos seguían durmiendo juntos en la cama del Kurta, al principio este le pidió que se quedara porque se quedaron leyendo hasta tarde en la habitación y el otro solamente fingió que se sentía demasiado cansado como para querer moverse, así todas las noches hasta que se hizo costumbre. Otra de las muchas que ya habían adoptado, como por ejemplo que el más alto cocinara y el más bajo se encargara de limpiar o que Kurapika era más de comer dulce y Lucilfer de salado, por eso cuando uno salía a comprar le traía al otro lo que le gustaba. Ya ni si quiera se molestaban en corregir a los del pueblo cuando les decían que parecían una pareja, que eran muy lindos juntos, que se veía que se querían mucho y se cuidaban montón, eso hacía saltar en corazón de ambos quienes sabían que se estaban enamorando mutuamente. Es que ya iban para medio año viviendo bajo el mismo techo.

- Ayy Ajax - decía el más pequeño sentado en el sofá con sus piernas en cima de las del otro que se ocupaba de hacerle un masaje en los pies - no sé que regalarte por Navidad

- No hace falta que me des nada por favor, recuerda que soy yo el que está viviendo en tu casa

- Da igual no es justo - dijo y añadió con voz tímida - además este ya es como tu hogar

- Tienes razón en que es mi hogar - carcajeó Chrollo - aún así sabes que cualquier cosa que tú me des me va a encantar

- A mí me gustaría poder verte...

- Algún día... de verdad que me encantaría pero te voy a espantar

- Qué no, te lo prometo mi madre una vez me dijo que lo que importa es el interior y tú eres la persona más pura que he conocido

El jefe del Ryodan no puedo evitar derramar algunas lágrimas detrás de su careta, no podía creerse que le hubiera dicho eso. No sólo había compartido toda su vida con él si no que ahora le habla sobre su madre, cada vez se sentía peor consigo mismo. ¿De verdad a sus ojos él era puro?

- Perdón si te he presionado... esperaré hasta que estés preparado - volvió a hablar el ojiazul sacándole las pequeñas gotas que asomaban por la mitad descubierta de la máscara

El tiempo transcurrió hasta que por fin llegó el día 25 de diciembre, la casa estaba decorada y debajo del árbol yacían dos regalos envueltos cuidadosamente. En una habitación estaban despertándose los dueños de estos, desperezándose y dándose los buenos días con cariño. El más joven de los dos bajó corriendo con ojos emocionados a donde se encontraban los presentes, siguiéndolo con una sonrisa en la cara estaba Ajax que rebosaba alegría al ver a su compañero tan ilusionado, hizo un pequeño desayuno para empezar a abrirlos. Ambos lo desenvolvieron a la vez y se sorprendieron. Los dos se habían regalado un libro, eso los hizo sonrojar.

- Es el mejor regalo - dijo Chrollo

- A mí también me encanta - le confesó el otro, tenía los ojos lagrimosos y fue a abrazarlo

Se quedaron así un tiempo hasta que finalmente se separaron mirándose profundamente, perdiéndose en los ojos ajenos aunque ya conocidos y finalmente el mayor dio el paso cogiéndole por el mentón para juntar sus labios en un suave beso. Era lento, queriendo demostrar Lucilfer con ese gesto todo el amor que se estaba creando en su interior por ese chico, quería transmitirle que pase lo que pase, a pesar de su verdadera identidad sus sentimientos eran totalmente reales.

Diario de Chrollo

Hoy he pasado la Navidad con él, la primera de la que espero que sean muchas. Estoy esperando con ansias que pueda enseñarle mi rostro con la seguridad de que el cariño que nos tenemos sea más grande que cualquier odio pasado.

Hoy le he dicho que me ha hecho el mejor regalo del mundo cuando en realidad lo que quería decirle era que de todo corazón creo que es la mejor Navidad que he pasado en toda mi miserable vida. Gracias Kurapika por lograr hacer sentir algo a este corazón podrido.

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Bueeeenasss, espero que les haya gustado. Un abrazo enorme y gracias por el apoyo cada día.

Me encantan queridos lectores💖