✐Lecciones y Mamadas.

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🔊«Bright Vachirawit, se requiere su presencia en la oficina del director inmediatamente».


Bright levantó la mirada de su libreta con curiosidad al escuchar el anuncio a través de los parlantes que colgaban encima de la pizarra.

¿Él había sido solicitado por el director? ¿Para qué? Eso nunca había pasado, y no creía haber hecho algo para ser reportado.

El profesor también pareció pensárselo antes de mirarlo y señalar la puerta.

—Estás excusado. Ve.

Bright asintió y tras guardar sus cosas salió del salón. Caminó hacia la oficina del director con intriga. Tocó la puerta dos veces, escuchando el "adelante" del hombre, accedió.

El señor Jirakit lo miró con una sonrisa ladeada, impecable en su silla de cuero. Señaló una de las sillas de plástico que estaban delante de su escritorio, invitándolo a que se sentara. Bright cerró la puerta e hizo lo indicado, mirando a Jirakit fijamente.

—¿Me mandó a llamar, señor?

—Sí, Bright. Espero no haber interrumpido ninguna evaluación —Bright sacudió la cabeza.

—Sólo estábamos repasando la clase anterior.

—Perfecto. En ese caso, te explico —dijo ladeando la silla y sonriéndole más—. Dado que eres el mejor promedio de tu clase y destacaste en la prueba de aptitud al inicio del año, junto al orientador hemos decidido incluirte en el programa de tutorías para ayudar a los alumnos con dificultades a nivel académico —hizo una pausa, mirando a Bright, que se mantenía impresionado en su asiento—. ¿Estás al tanto de lo que implica?

El chico se tomó un momento antes de responder.

—Creo que sí. Me asignaran un estudiante con promedio bajo para que le aplique lecciones, ¿no?

—Eso mismo. ¿Hay algún problema con ello?

Bright se lo pensó. ¿Lo había? Bueno, probablemente fuera algo complicado impartir clases a otro chico teniendo él sus propios deberes, pero aparte de eso, probablemente le vendría bien. Sería una manera de aprender a organizarse correctamente, y haber tenido ese antecedente podría ayudarlo a la hora de buscar un cupo de universidad. Según le había comentado Toptap, era algo que muchas instituciones tomaban en cuenta.

—Obviamente recibirás una pequeña beca por tu ayuda —continuó Jirakit, claramente tratando de interesarlo más en el asunto—. Sé que debimos consultarte primero, pero Tawan y yo de verdad necesitamos el apoyo de un muchacho de tu madurez.

—Entiendo. Si acepto, ¿a quién me tocaría ayudar?

—No sé si conoces al alumno Win Metawin de segundo año.

Bright alzó las cejas, sorprendido.

Decir que "lo conocía" sería poco. Win era colega de Gun, su mejor amigo. Por ende ellos habían conversado una que otra vez en alguna reunión o algún receso. Win era de esos chicos que son callados generalmente, pero que cuando abren la boca automáticamente caen bien. Bright no se consideraba su amigo, pero honestamente se sentiría más cómodo como tutor de Win que de algún otro chico desconocido.

—He tratado con él anteriormente —le contestó al director.

—¿Se llevan bien?

—Más o menos. No hemos tenido ningún problema —Bright frunció los labios, pensando—. No sabía que Win tuviera problemas con las clases.

Jirakit suspiró, rascándose la nuca eventualmente.

—Los tiene. Le han quedado siete materias.

—¿Siete? —jadeó Bright—. Pero en segundo año se ven once.

—Precisamente por eso necesitamos alguien que nos ayude —afirmó Jirakit, mirando a Bright con severidad—. Puedes intentarlo por unas semanas. Si ves que es demasiado para ti y empieza a generar trabas en tus estudios, vienes a hablar conmigo y le asignaremos otro tutor. Pero de verdad nos gustaría que lo intentara.

Bright abrió la boca para responder, siendo interrumpido por el ruido de la puerta al ser tocada.

—Adelante —dijo Jirakit.

En ese momento entró Win a la oficina, con las manos en los bolsillos y una mirada desinteresada.

—¿Qué necesita, director? —dijo, cambiando su mirada a Bright. Sonrió ladinamente—. Oh, P'Bright. ¿Qué hace aquí? ¿Peleó con un libro en la biblioteca?

Bright rodó los ojos con gracia. Este niño no era el más respetuoso de todos, pero de alguna forma era imposible tomarse sus bromas a mal.

—Te mandé a llamar para decirte que ya conseguimos a alguien que te ayude con tus clases —explicó el director, haciendo que ambos lo miraran—. Bright, ¿estás de acuerdo? —consultó, a lo que Bright aceptó con la cabeza.

Win arqueó las cejas.

—Espere, ¿P'Bright será mi tutor?

—Jamás pude imaginar que serías tan vago, N'Win —se burló, consiguiendo que el chico lo mirara mal—. Pues sí, ahora seré tu tutor. Sacaremos adelante ese promedio.

Win hizo una mueca disconforme, pero él no se opuso a esto. Probablemente imaginaba que el director no le permitiría replicar de todos modos.

—Entonces está decidido —dijo Jirakit con satisfacción—. Deberán elegir un día en el que realizaran las tutorías.

—Me vendría bien el viernes —comentó Win.

Bright meditó un segundo.

—¿No pueden ser dos días?

—¿Dos? —cuestionó el director perplejo. Win también parecía confundido.

—Es que... creo que nos caería bien ocupar el mayor tiempo que podamos.

—Bueno —dijo Jirakit—. Supongo que eso queda en ustedes. Luego enviaré a Tawan para verificar sus avances, ¿de acuerdo? Si tienen alguna duda recurran a su oficina —Tras un asentimiento por ambos lados, el hombre les señaló la puerta—. Pueden volver a sus clases.

Ellos hicieron una reverencia antes de salir. Caminando por el pasillo hacia sus salones, Win fue el primero en hablar.

—No sabía que eras un tutor voluntario.

—Es mi primer día —admitió Bright, divertido por la expresión de Win—. Al parecer el director está tan preocupado por tu promedio que tuvieron que recurrir al plan de contingencia —se rió, obteniendo una mueca apenada del chico.

—Qué vergüenza que sepas sobre mis notas —murmuró.

Bright le palmeó el hombro amistosamente.

—Hey, nada de qué avergonzarse. No sé cómo le hiciste para que se te quedaran siete materias, pero estoy seguro de que podremos arreglarlo, ¿vale? —le consoló entusiasta.

—No creo que sea tan fácil —masculló Win con la mirada en el piso.

—Nadie dijo que lo sería, pero buscaremos el modo —apostó tomándole la mano. Win alzó las cejas y lo miró con los ojos bien abiertos—. No somos amigos, pero nos llevamos bien, ¿no es así? Eso podría ser muy útil a largo plazo —Sonrió de oreja a oreja, hablando con demasiada seguridad—. Y no soy alguien fácil de vencer. Estoy decidido a sacarte adelante, así que, ¿por qué no cambias también tu mentalidad?

Win tragó grueso y asintió con la cabeza. Bright le acarició el cabello y caminó hasta la puerta de su salón, pero antes se giró y, con una sonrisa ladina, finiquitó.

—Le pediré tu número a Gun para avisarte cuándo empezaremos. Nos vemos, N'Win.

Y entró despreocupadamente, incapaz de imaginarse que acababa de aceptar enseñarle al lobo a abrir la puerta de la cabaña.




✐Adapt. BrightWin

Lecciones y Mamadas [Adapt. BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora