✐Lección Dieciocho.

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—Lo siento tanto, Dew —lamentó Bright haciendo una reverencia mientras esperaban afuera de la dirección a que salieran Win y Gun. Ya llevaban veinte minutos adentro, Bright no estaba seguro de quién iba a salir más perjudicado, aunque bueno, lógicamente debía ser Win.

—No te preocupes, Bright. No duele tanto como parece —dijo poniendo una mano en su hombro. Bright lo miró, y Dew le sonrió en consuelo—. Además... entiendo por qué Win me golpeó, así que no es como si tuvieras la culpa, sabes.

—Sí la tengo...

—Sí la tiene —espetó Mew, quién al igual que Off y Gulf, se había mantenido en silencio, sentado en las sillas de plástico que había afuera de la dirección.

Bright agachó la mirada al sentir los enojados ojos de Mew posarse encima suyo. Sabía que ellos estaban enterados de lo sucedido, lo que desconocía es qué tan a detalle Win les había contado todo.

—Sí la tiene —reincidió—. Por su culpa Win se sintió utilizado. Sólo te aprovechaste de sus sentimientos para...

—Si sólo estás hablando en nombre de tu amigo, te sugiero guardar silencio —espetó Gulf esta vez—. Ninguno de nosotros conoce ambas versiones, así que deja de ser parcial y cierra la boca —ordenó.

Mew afiló la mirada hacia él, y Gulf hizo lo mismo sin problemas. Bright se apresuró a detenerlos ya que una segunda pelea definitivamente no sería una buena opción.

—Mew, te prometo que no es lo que piensas. Yo no utilicé a ningún, sólo fue un malentendido.

Vio que el moreno iba a decir algo, pero Off llegó a él y le colocó una mano en el hombro, negándo con la cabeza al mismo tiempo.

—Mew, déjalo.

—¿Cómo puedes decirme eso? ¡Win es nuestro amigo! —le recriminó.

—Y Gun es mi novio, ¿cómo crees que me siento con todo esto? —replicó desviando la mirada. Mew alzó las cejas, posiblemente ese detalle no había pasado por su cabeza—. Hay que ser imparciales y dejar que Bright y Win aclaren sus asuntos y, más importante, nos permitan una opinión. No podemos andar de metiches cada vez que Win hace algo mal, él no es un bebé.

—Es injusto que le pase todo esto —masculló entre dientes, apretando los puños contra los costados de su cuerpo—. Win no se merece tanta confusión en su vida —cerró los ojos con fuerza antes de salir caminando a zancadas hacia el patio otra vez, seguramente para relajarse.

Bright suspiró y se recostó contra la pared para esperar, sintiendo a Dew palmearle el hombro en gesto de apoyo.

¿Cómo podía estar tan tranquilo y sin rencor después de haber sido golpeado sin motivo? Bright no entendía qué pasaba por su mente.

—Cuando llegué de Estados Unidos... —dijo Dew repentinamente—. Me sentía perdido y solo, a pesar de tener a mi familia conmigo. Hay veces en las que simplemente no encontramos un lugar en el mundo hasta que conocemos a alguien que nos deja un espacio en el suyo —sonrió de lado, sus mejillas tomando un leve color rojizo—. Nani fue el que me llevó a mi zona de confort. Aunque los considero a todos mis amigos, no soy yo mismo con ninguno de ustedes. Con Nani sí, y no sé qué haría si viera que alguien intenta entrar en ese pequeño espacio que él me da. Por eso... no estoy molesto con Win. Para él debió ser difícil asociar que alguien más tomaría el lugar que él tenía y que lo hacía tan feliz, ¿sabes? Piensa en eso cuando hables con él.

Bright pasó saliva y asintió, sintiendo el pecho oprimido por alguna razón.

No pasarían ni diez minutos cuando la puerta de la oficina se abrió y salieron Win y Gun, seguidos del director y orientador.

Lecciones y Mamadas [Adapt. BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora