Una vez planeó tener un romance conmigo, pero ese hombre se fue, y el mounstro en el que se convirtió solo tiene un propósito, un deseo, un impulso: arrancarme la ropa y poseerme una y otra vez.
Con mi cuerpo desnudo indefenso en su agarre áspero e...
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Todo fue silencio nuevamente. Siempre tengo problemas con cerrar la boca pero está vez no tengo idea de que decir.
Comí un poco y luego me acurruque en el pasto mirando hacia los árboles con la mente en blanco hasta que finalmente él volvió a hablar.
"Voy a tomar mi próxima dosis." Lo veo recoger la dosis y veo que tiene una soga en la otra mano. Silenciosamente se sienta con la espalda contra un árbol pequeño pero robusto, y comenzar a enrollar la cuerda alrededor de su cuerpo.
"¿Qué estás haciendo?" Le lanzó una mirada escéptica esperando su respuesta. "Pensé que la prisionera era yo".
"No quiero follarte en el estado de ánimo en el que estoy...", noté su sinceridad.
No sé cómo tomar esas palabras, pero definitivamente escuchó algo de preocupación. Fui una chica muy, muy mala y creo que está deseando castigarme pero después de su discurso de hace una hora, ya no quiere que seamos amantes y está tratando de no tocarme.
"Estoy bastante seguro de que no quieres que te follé tampoco. Así que tomaré esta dosis y luego me soltarás en unas horas, cuando la lujuria pase."
"Podría dejarte aquí en el bosque", señalé algo molesta. No lo haría pero me está tentando a hacerlo.
"Nunca encontrarías la salida de aquí sin mí, y no me dejarías atado a merced de las bestias salvajes." Lo veo ajustando fuerte la soga sobre su ancho torso.
"Te lo merecerías. Me secuestraste después de todo."
"Eres demasiado dulce para la venganza. Ahora ven aquí y aprieta este nudo."
¿Atarlo? Seguro. ¿Por qué no? Estar atado es probablemente lo haga entrar en razón.
El hecho de que confíe en mí para hacer esto no es conmovedor. Eso solo me cabrea. Él no me respeta. Mis pensamientos, mis sentimientos, mi opiniones, no le importan. Empiezo a pensar si realmente hay amor entre nosotros o solo fue la lujuria del momento. La rabia y el dolor que siento me que dice que amo a este idiota demasiado para simplemente dejarlo pasar como a lo demás en mi vida.
Doy la vuelta al árbol, me aseguro de que las cuerdas estén tensas y tiro del nudo en una posición segura. Él no va a salir de allí en algún tiempo.
"Ya está."
"Bien", gruñe con el vial en la boca, antes de tirar ese brebaje por su garganta.
Deja caer el recipiente de sus labios mientras cierra los ojos y apoya la cabeza contra el árbol.
¿Puedo admitirme a mí misma, que aún furiosa con él, lo encuentro tan atractivo? Realmente no puedo evitar pensarlo. Siempre fue guapo, era el chico más lindo de la secundaria y realmente me gustaba que pareciera un Idol adolescente, era sexy a mis ojos, pero este tratamiento ha cambiado su rostro delicado y lindo, haciéndolo hipermasculino, tan varonil pero definitivamente ha mantenido ese atractivo que conocía bien.
