Una vez planeó tener un romance conmigo, pero ese hombre se fue, y el mounstro en el que se convirtió solo tiene un propósito, un deseo, un impulso: arrancarme la ropa y poseerme una y otra vez.
Con mi cuerpo desnudo indefenso en su agarre áspero e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo que dijo suena estúpido. No se si deba creer en esa historia, excepto que es Naruto quién la cuenta, en cualquier forma, nunca me ha mentido, ni siquiera cuando éramos niños. Se ve tan serio. Sin miedo, tan decidido.
"Los militares no van a saber qué los golpeó si tratan de llevarte", le dije con una sonrisa afectada.
"Soy más fuerte de lo que era", dice. "Pero no soy a prueba de balas. No sé lo que harían conmigo una vez que tengan y realmente no quiero descubrirlo. No se siente bien ser visto como propiedad."
"Bueno, ahora sabes lo que se siente". Le sonrío.
"Eres diferente", sonríe, besándome de nuevo.
"Soy tuya, así que llévame contigo".
"Esto podría ser peligroso, Hina. Realmente peligroso no solo por los militares. Si no por mí. El tratamiento todavía no está ni por la mitad. Podría ser tu peor pesadilla. Y podrían arrestarte por conspiración criminal, o algo así, No sé."
"No me importa. He pasado los últimos quince años deseando que no te hubieras sacrificado por mí", digo. "El vehículo de ese ebrio me habría golpeado si no hubieras girado el coche. Tomaste el impacto por mí.
'Tenía quince años, entré en pánico. No fui valiente o…"
"Me salvaste," digo con más convicción. "Sabías exactamente lo que estabas haciendo. Me miraste y tiraste del volante".
Recuerdo todo lo que sucedió esa noche. Recuerdo lo valiente que fue. Recuerdo como bromeé cuando me vino a buscarme porque había tenido que escabullirse de su casa y estaba todavía con sus pantalones de pijama de superhéroe. Es mi turno de ser valiente por él.
"Hinata, no voy a dejar que te pongas en peligro. Estaré en contacto contigo."
"¿Cómo?"
"Te llamaré."
"¿Es enserio? Si los militares realmente te persiguen, interseptaran mi teléfono. Ellos leerán mis correos electrónicos. Te encontrarán más rápido y a mí también." Su expresión se oscurece. Él sabe que tengo razón. "Si quieres ir a la fuga, déjame ir contigo. Déjame ser tu compañera."
No le gusta la idea, pero ya presiento que va a decir si.
"Vas a necesitar follarte a alguien", añado juguetona. "Y esa debo ser solo yo."
Naruto esboza una sonrisa, su hermoso rostro se ilumina. "Oh, ¿es ese tú derecho? ¿No soy el único posesivo aquí?
"Nop", digo, agarrando su camisa y poniendinos nariz con nariz. "Puedes terminar como un monstruo grande y malvado, pero quiero que seas mío."
Él suelta una carcajada y la tensión se rompe. "Está bien. Puedes venir, pero tenemos que irnos ahora y tienes que empacar ligero. No puedo llevar maletas. Llena una mochila con lo que necesites." Así como así, está ladrando órdenes.
