Capitulo 4

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Estoy en mi habitación con Loren y Lila decidiendo que me pondré para la fiesta, no es que me importe que ponerme o qué digan de mí, paro las chicas quieren que me vea radiante.

—Ay no Lila yo me voy a vestir con lo que yo quiera, contar estoy en casa—les digo.

—Bueno ponte lo que tú quieras—dice haciendole mimos a Killer.

Busco en mi closet entre todas las prendas de ropa que la abuela me ha regalado y no he usado aún, ya que yo nunca salgo.

Decido vestir un short de cuero y un crop top vinotinto que deja un poco al descubierto mis senos y a la vista mi abdomen con unas botas negras. Después de vestirme prosigo a maquillarme, me pongo rimel, un poco de rubor me hago un delineado que me queda perfecto haciendo resaltar mis ojos azules, y un labial vinotinto que combina con mi crop top, y mi largo cabello rizado lo dejo suelto.

—Listo—digo.

—Te ves hermosa—me halagan Lila y Loren.

—Gracias yo sé que soy hermosa—les digo— ustedes también se ven hermosas—las halagó

Loren viste un vestido negro ajustado que le llega más arriba de los muslos, con unos tacones negros, su rostro va maquillado con rimel, con un poco de rubor en sus mejillas y un hermoso color rojo mate en sus labios y su cabello lo lleva en una coleta alta.

Lila viste una falda negra, un crop top rojo escotado en la espalda, y unas botas negras más bajas que las mías, va maquillada con un poco de sombra color tierra con dorado, rubor y un brillo labial, su cabello lo lleva suelto y lacio.

—Listo chicas ahora sí podemos bajar—les digo después de haber terminado de echarme un poco de perfume.

Bajamos las escaleras de caracol y observó como toda la mansión esta repleta de personas bebiendo y fumando. Vamos hasta la cocina por alguna alguna bebida para tomar, a lo que yo opto por un baso de Coca-cola, ya que hoy si me tomé el medicamento.

—¡Ey chicas! Se ven hermosas especialmente tú princesa—.Dice Adam saludando a cada una con un beso en la mejilla.

—Gracias Adam, tú también te ves guapo—lo halago.

—Adam, cariño limpiate la baba—le dice Loren.

—Ja, ja que graciosa—dice Adam poniendo lo ojos en blanco.

Observó a Adam y en verdad se ve guapo, viste un pantalón negro, una camisa azul marino arrenmangada hasta lo codos y los dos primeros botones desabrochado dejando ver un poco de su blanquecina piel, con unas Nike blancas, en su mano izquierda porta un reloj de oro y su cabello lo lleva totalmente desordenado, sus hermosos ojos grises me observa de arriba a bajo, cuando se detiene en mi rostro me regala una hermosa sonrisa.

—Caro ¿quiere bailar?—me pregunta.

Lo pienso un poco y no sé si bailar ya que tengo tiempo sin bailar y cada vez que lo hago me trae muy malos recuerdos.

¿Pero si bailara? No es como si fuera a recordar algo, solo tengo que tratar de no pensar en ese día.

«Acepta y has lo que más te gusta, no tengas miedo, solo trata de no pensar en ese día» me alienta mi subconciente.

—Claro que sí princeso—acepto su invitación.

Así podré esperar a qué llegué Hosting, ya que él llegaría como a las once porque está en una cena con su familia.

Adam me ofrece su mano y la acepto, nos dirigimos a la pista de baile improvisada, dónde está un montón de personas bailando. Adam posa sus manos en mi cintura y empezamos a bailar, y mis caderas se mueven al ritmo de la música.

Prohibida confianza. [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora