«Está bien, podemos vernos mañana después de mi trabajo, si quieres. Buenas noches».
Yi Jung no dejó de sonreír luego de leer aquel mensaje, incluso lo releyó en más de una ocasión para creer totalmente que no se trataba de alguna idea suya.
A la mañana siguiente despertó con la energía renovada. Se sentía contento y con ganas de hacer muchas cosas, en teoría, todo se debía a que se estaba esforzando por hacer las cosas bien, y que Ga Eul aceptara una salida, era un pequeño inicio, del comienzo real.
Tempranamente salió a trotar, en su mente flotaban las ideas. ¿Qué debía hacer? Iría por Ga Eul a su trabajo, ¿y luego qué? No quería asustarla, ni ir demasiado rápido. Tenía muchas ganas de demostrarle lo que sentía por ella, incluso si su estilo de vida no fue el más afectuoso. Pero, antes de todo, primero debía convencerla de que todo lo que sentía por ella era real, y no un simple monólogo que inventó con el fin de saciar su aburrimiento.
Quizá algo simple... Ga Eul parecía odiar aún todo lo ostentoso de su mundo, lo cual era bastante irónico tomando en cuenta que él creció en medio de lo mejor, materialmente hablando.
De todas formas, su estadía solitaria fuera de Corea le enseñó a valorar más el tiempo consigo mismo, no solo alejado de sus amistades y familia en general, si no también de la mayoría de las costumbres en las que creció. Tal, como que le sirvieran cada comida del día, o que alguien tendiera y mantuviera limpia su habitación, en lugar de ser él quién lo hiciera. Yi Jung siempre fue un joven independiente, pero hoy en día era un hombre que lo era en su totalidad.
Sabía que con Ga Eul no necesitaría de los mejores lujos para conquistarla, solo se aseguraría de que ella estuviera completamente enterada sobre sus sentimientos, Yi Jung quería que lo conociera de verdad, que entendiera que hablaba desde el corazón y no desde el capricho de tener a alguien.
Yi Jung:
Genial, si no has cambiado de opinión, iré por ti cuando salgas de tu trabajo.
Si no te molesta... ¿Quieres ir a caminar conmigo?
No estaba acostumbrado, pero estaba haciendo su mejor esfuerzo. Ya no se trataba de impresionarla, quería que se sintiera cómoda a su lado, todo con tal de que tuviera la disposición de oír una vez más lo que tenía que decir.
La respuesta de Ga Eul llegó un par de horas más tarde, cuando las gotas de agua resbalaban desde su cabello por su rostro.
Ga Eul:
No he cambiado de opinión
Y claro
Por qué no
Percibía cierto toque frío en sus respuestas, pero, ¿francamente? no se atrevía a juzgarla por ello. De algún modo, entendía que Ga Eul trataba de poner una distancia sana entre ambos, a fin de cuentas, sus mejores amigos contraerían matrimonio pronto, estarían atados al mismo círculo social de por vida.
A Yi Jung la idea no le molestaba, solo porque en sus adentros, sus esperanzas de que ambos compartirían sus vidas y que dejarían atrás las diferencias que existían en ese instante, eran fuertes. Más fuertes que cualquier determinación que hubiera tenido hasta ese instante de su vida.
Quizá era una forma de lastimarse a sí mismo al creer que lo suyo con Ga Eul funcionaría, o tal vez era demasiado egoísta, porque no daba pié a la idea de verla a ella en brazos de otro hombre, disfrutando de su vida con alguien que no fuera él. Tal vez reaccionó más tarde de lo que hubiera querido, pero estaba poniendo todo de su parte para que las cosas funcionaran, pero sabía que los limites existían, y cuando eran puestos, nada ni nadie podría romperlos, solo la mismísima Ga Eul. Por ello, y más, no podía obligarla, y si no funcionaba, solo tendría que rendirse.
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The story continues [Yi Jeong y Ga Eul]
FanfictionSo Yi Jung regresa de su largo viaje de cuatro años, y tal como dijo antes de marcharse, la primera persona a quien ve una vez que estuvo de regreso en Corea fue a cierta linda y tierna chica, quien actualmente era maestra de artes. ¿Pero y después...