Ga Eul no podía creerlo. Se sentía como una niña pequeña que acababa de conocer lo que es la felicidad, con la única diferencia de que ya no era una niña, y que por el contrario, ella sabía muy bien lo que era ser feliz. Sabía también, las consecuencias de no serlo más.
Pero no iba a enfocarse en ello, no en un momento así, donde su corazón solo se dedicaba a bailar dentro de su pecho.
¿Cómo podía simplemente, describir lo que estaba sintiendo? Era algo que no tenía nombre, pero que al mismo tiempo sí, nombre y apellido.
Dando giros por su departamento logró llegar hasta su habitación, dejándose caer de espaldas sobre la cama. La sonrisa en su rostro era imborrable, tal como las palabras de Yi Jung, que para ese entonces parecían estar grabadas con fuego en su mente y corazón.
Él quería que las cosas funcionaran, quería ganarse su cariño nuevamente, reclamar su amor como suyo, tal como siempre debió ser. Mientras más lo pensaba, más enloquecedora le parecía la idea. ¿Cómo es que aquel chico que conoció hace algunos años, se había transformado en ese hombre lleno de decisiones?
Definitivamente el tiempo estaba a su favor.
Recordar la sonrisa de Yi Jung, tras darle el sí a sus esfuerzos, solo hacía que sus ansias crecieran, al igual que su sonrisa y su ilusión inminente. No podía negarlo, por más que lo haya hecho muchas veces anteriormente. Sabía que aquello podía terminar muy bien, o muy mal. Estaba asustada, tal como él lo dijo, sentía miedo, y no era para menos. Pero también sentía las ganas de intentarlo, de dejar que él lo intentara, que realmente lo demostrara aquello de lo que tanto hablaba, que después de tantos años, se ganara aquel amor que Ga Eul guardó por años con tanto recelo.
Siente el vibrar de su celular dentro de su bolsillo, de inmediato lo toma. Ya no es un mensaje de Yi Jung, ahora es una llamada de él.
—¿Sí? —pregunta.
—¿Llegaste bien a casa?
Ga Eul ríe.
—Tú me trajiste. ¿Lo olvidas?
—Vaya, qué tonto —Yi Jung también ríe. —. Siento por no tener una excusa más elaborada para poder llamarte, pero ya se me ocurrirá una.
—No necesitas una excusa para poder llamar, Yi Jung.
—¿Ya no?
—Ya no —susurra con una sonrisa.
—No tienes idea de lo feliz que me hace saberlo.
—Tonto...
—Solo un poco, y eso solo si tú estás cerca —Ga Eul niega, sabiendo que Yi Jung no puede verla. —. Hey, adivina qué.
—¿Qué?
—Ya tengo la excusa perfecta para llamarte.
—¿Incluso si no es necesario?
—Incluso si no lo es. Es parte del tener que reconquistarte, ¿sabes?
—Ya veo... ¿Entonces, cuál es tu excusa?
—Darte las buenas noches.
—Bien pensado, galán.
—Soy galán, pero solo de una chica. Y ella lo sabe.
—Ella lo sabe —repite, sintiéndose ahora como una adolescente enamoradiza.
—Ga Eul...
—¿Sí?
—Hay muchas cosas que quiero decirte... Pero por ésta vez, solo te diré buenas noches.
—Buenas noches para ti también...
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The story continues [Yi Jeong y Ga Eul]
FanfictionSo Yi Jung regresa de su largo viaje de cuatro años, y tal como dijo antes de marcharse, la primera persona a quien ve una vez que estuvo de regreso en Corea fue a cierta linda y tierna chica, quien actualmente era maestra de artes. ¿Pero y después...