𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋; Robby Keene

𝐀𝐂𝐓 ; 𝖧𝖾𝗅𝖾𝗇𝖺 𝖽𝖾 𝗍𝗋𝗈𝗒𝖺.

𝐇elena de Troya, también conocida como Helena de Esparta. Esposa de Menelao rey de la mística Esparta o más conocida como Troya.

Cómo describir a Helena, era bellísima, tanto que hubo un individuo llamado Paris, aquel joven hijo de Príamo y Hécuba.

Hermano de Héctor responsable de la muerte de...Patroclo amante de Aquiles.

Paris; fue llamada para desposar a Hermíone (hija de Helena y Menelao) pero robo a Helena provocando la guerra que duró diez años.

𝐎livia siempre amo la mitología griega, y entre sus amantes favoritos estaban Helena y Paris, Patroclo y Aquiles.

Ya que, nunca pudieron estar juntos.

Era como un final de William Shakespeare, trágico.

Termino de leer La canción de Aquiles de Madeline Miller, estaba destrozada.

¿Como alguien podía escribir algo tan...triste?

¿La escritora habrá llorado escribiéndola?

Dejó de pensar pues le entró una videollamada grupal, era Francois, Malory y Lois.

Oliva enseguida contestó y lo único que dijo fue...

—¡Odio a Héctor!—exclamo Olivia al teléfono.

Francois rio, él y Olivia habían comprando el libro al mismo tiempo por ende ya lo había terminado hace algunas semanas.

—Te dije que lo odiarías Liv.—hablo Francois.

Olivia sonrió un poco.

—Dime, Olivia mi amor ¿cuánto dinero me debes?—Malory estaba comprando algo pues saco dinero de su cartera dejando el teléfono de lado.

Y su cara apareció de nuevo en la cámara sonreía malévolamente, parecía que disfrutaba que Olivia dijera groserías.

—En realidad te debo seis y ¿tú?—Lois y Francois rieron.

¿Como pudieron seguir con esa tontería?

—Ciento cincuenta, un policía desgraciado me pidió mi numero, y unos viejos me gritaron el calle, tenía que decirles de lo que se iban a morir.—Malory dijo.

Francois dejó de reír.

—Ubicación, dirección y arma.—habló el rubio.

Las tres chicas rieron.

La pelirroja Lois, no paraba de reír por lo que decían sus amigos, casi se atraganta con la comida.

—¿Van a volver a Japón? Necesito verlos ya.—Lois dijo.

Todos asintieron menos Olivia.

—No eh hablado con ellos sobre eso, eh juntado un poco de dinero, pero no es suficiente para un boleto de ida, aparte tengo que pagar la residencia.—Olivia dijo.

—Sabes que mi madre puede conseguirte un boleto de iba a Japón, cuidarás más Chamacos y podrás pagar la residencia, aparte nos tienes a nosotros y a la millonaria de Lois.—Lois asintió emocionada.

No tenía nada en que gastar sus millones, solo en ropa y alguna tontería que se le cruzara por delante.

—¡Vamos Liv somos el club de la lectura! —gritó Francois.

Olivia sonrió.

—Aunque ninguno lea.—habló Malory.

—¡Yo si leo Maly!—dijo Olivia.

—Yo solo que sean revistas de chismes.—dijo Lois, sonriendo.—¿Por cierto leyeron ya su Horóscopo?

—Nadie cree en esas tonterías Lois.—Dijo Malory.

—Olivia tu horóscopo dice que ya encontraste al amor. Pero no lo sientes correcto, por alguna razón. Pero dice que esa persona fue como amor a primera vista.—Lois leyó en su teléfono.

—Espero que el amor de Olivia sea Jack Ross, oh es cierto no existe.—Francois se rio. Olivia abrió la boca ofendida.

—¿Aaah si? Pues Elizabeth Bennet no existe, ¡Boom!—Olivia exclamó.

—Eso fue un golpe muy bajo, señorita.—Francois dijo.

Noto algo raro, sus amigos apagaron sus cámaras al mismo tiempo y se escucharon voces de un aeropuerto, seguro ellos ya iban a Japón y no querían decirle para que no se sintiera mal.

Pero faltaba más de cinco meses para eso, ¿a donde iban?

Pasaron algunas horas siguieron hablando, y ni siquiera midieron el tiempo.

Pero lo raro para Olivia fue de que, los tres parecían estar en el mismo lugar, era un aeropuerto estaba segura.

Pero entonces Olivia pensó en él horóscopo que había leído Lois para ella, será que su amor a primera vista haya sido... Robby.

No, no podía serlo él tenía a Tory, ella era su novia.

Y era muy hermosa.

Más que yo. Pensó Olivia.

En esos momentos se sintió cómo Jenna de antes de diciembre siempre era la segunda opción de todos.

Menos de sus amigos, ellos siempre veían por Olivia, quizás él pediría a la mama de Malory un boleto de ida.

Pero no uno de regreso.