Entre la aflicción y el amor ✓

CAPÍTULO XXIX {FINAL}

Estamos en la azotea de la casa, la noche llegó y las estrellas están conspirando a mi favor.
El cumpleaños de Dickens ha sido maravilloso, salimos a desayunar, nos reunimos con Amira y Mark, visitamos sus lugares favoritos y no nos hemos despegado el uno del otro, para Dickens eso es lo mejor.

Nuestro último plan de la noche es recostarnos en la azotea, mientras leemos algún libro, elegimos un clásico romántico "Pride and prejuice", las tazas de chocolate caliente, las mantas, y la poca pero bella iluminación de la noche hace que el plan sea perfecto.

Los brazos de Dickens me rodean mientras sigue narrando la historia que me sé de memoria pero que  siempre amo escuchar, más cuando es él quien la narra, hemos mejorado el tiempo en pareja, leemos, bailamos, paseamos, hacemos de todo, la cuestión es que jamás nos aburrimos cuando estamos juntos, incluso cuando estamos en silencio se siente cómodo.

La noche sigue su curso, mintras"End Up Here" de 5SOS suena de fondo, pienso que es el momento indicado para darle la noticia.

—Dickens, realmente agradezco a la vida por ti—su mirada enamorada se fija en mí —Y ahora agradezco a la vida por la personita que crece en mí.

Su rostro no parece enterarse de nada—¿Estás...

—¿Embarazada? Sí, lo estoy.

Sus ojos se abren de par en par, se levanta y por consiguiente me levanta a mí, nuestros rostros se encuentran frente a frente. Por mi paz mental necesito que diga algo, pero es algo complicado de asimilar, lo entiendo.

—Te amo, Joder enserio lo hago—lo dice pausado y luego parece dejar salir sus verdaderos sentimientos—Vamos a tener un bebé!!! —grita felizmente, me estrecha en sus brazos, luego pasa a mi rostro, besa mis labios, mis cachetes, mi frente, en general me besa por completo—Dios!Jamás pensé sentir tanta felicidad, ves lo que provocas Sandoval—me vuelve a  acunar en su pecho.
Lo siguiente suena como un susurro—No te vayas nunca de mi vida, por favor, me haces sentir tan dichoso.

—No lo haré—le respondo con seguridad.
—Es niña—susurro esperando que con suerte me escuche.

—Es niña—repite con una felicidad que la siento en su abrazo. Al alejarse se de mi veo como una lágrima rueda por su mejilla—Siempre supe que mi primer hijo sería una niña, gracias por darme la oportunidad, prometo amarte y volarte cada día, oficialmente eres la madre de mi hija, y te amaré como tal.

No puedo evitar soltar algunas lágrimas—Vaya historia que tuvimos, aunque no me arrepiento de nada, ni siquiera lo que implicó el dolor, ya que todo lo que comenzó así, con una chica lastimada que llegó a una comisaría, terminó com una chica que se enamoró de aquel policía que la interrogó, una que encontró el amor.

Acerca sus labios a los míos y está vez al igual que las anteriores se siente únicamente especial. No cabe duda que Dickens estaba destinado a curzarse en mi camino, no fue a las buenas, de hecho fue bastante a las malas, pero aún así resistió, lo que estaba hecho para encontrarse, resistió.

—Amira me ayudó con el nombre, queremos que se llame Cristel Ailén Dickens Sandoval, nos gustaron ambos, claro que si a ti a no te agradan podemos elegir otros, en Internet hay varios, me gustaron esos pero...no sé...

Me interrumpe besándome nuevamente—Me encantaron, ambas saben perfectamente que esos nombre son de mi total agrado , justo por eso los eligieron, me conocen más que a mi mismo, no lo habría hecho mejor.

Me abraza por detrás, sus manos se posicionaron en mi diminuta pero ya notoria pancita —No estaba loco, conozco este cuerpo a la perfección, desde que comencé a ver una pancita pipona me sospeché que estabas embarazada, pero no me quise hacerme falsas ilusiones, por eso aparté esas ideas. Aunque siempre sentí que había alguien más, una hija.

—Es el comienzo de una nueva etapa, y enserio estoy emocionada de vivirla junto a ti, en unos meses seremos tres, y me hace una tremenda ilusión la simple idea de que tenga tu mirada o tu sonrisa.

—O la tuya—siento su felicidad y eso me hace dar cuente de que realmente encontré a la persona correcta.

La oscuridad de la noche nos rodea, la música nos ambienta, aún siendo abrazada por el hombre que elegí para el resto de mi vida, siento que nuestra historia me ha marcado y me ha demostrado que talvez merecía esto, un amor bonito,un amor que sacó lo mejor de mi, alguien que supo amarme a pesar de significar el mal, con todo y mis demonios Dickens se enamoró de mí .

—Todo comenzó entre la aflicción y el amor—susurro.

—Y que bueno elegiste el amor.

FIN